El fotoperiodista italiano Paolo Titolo ha capturado con su cámara una perspectiva de la realidad de los transexuales en Cuba, que presenta desde hoy en la exposición "Translúcidas" en la Casa Europea de la Fotografía de París.
Las fotografías de colores intensos y contrastes muestran retratos de hombres transexuales dentro de su contexto: habitaciones decoradas y camas desechas en las que muestran sus cuerpos con orgullo y convencidos de su condición.
"Son personas que se ven lindas así como son, se gustan", dijo a Efe Titolo.
El fotógrafo italiano, residente en Cuba, empezó a implicarse en este proyecto con la finalidad de documentar el trabajo de su esposa, Mariela Castro, hija del gobernante cubano Raúl Castro y directora del Centro Nacional de Educación Sexual de Cuba (CENESEX).
Quería "dignificar a estas personas para ayudarlas a salir de la marginación o de los prejuicios de la sociedad".
Una marginalidad que no se limita a Cuba, sino que se da en "el mundo entero", según Titolo, quien considera que "si la sociedad los aceptara no tendrían que recurrir a la prostitución porque no encuentran trabajo".
Debido a la presión social -añade-, muchos "se ven obligados a ponerse senos y a hacerse el cambio de sexo, buscando ser aceptados.
Pero es cierto que también otros conviven con su pene, aunque no les guste, ya que eso les permite prostituirse para subsistir. Es una vida que está llena de contradicciones".
"Lo más duro", subraya el fotógrafo, es que "muchas" de las historias de estas personas "terminan con la muerte prematura porque se suicidan o porque se contagian el sida", como ocurrió con Chaucha, una de las protagonistas de la exposición.
Las fotografías ponen en evidencia una vida cotidiana dura, marcada por la pobreza y el rechazo.
Pese a todo, estas personas luchan con valentía contra las adversidades, destaca Titolo: "Es impresionante la fuerza y la determinación que tienen para seguir adelante tratando de buscar su identidad".
Para Castro, esta exposición muestra el trabajo de la CENESEX, que se centra no tanto en la problemática de la transformación corporal, como en que la sociedad debe "superar los arquetipos del binarismo de género", que dejan fuera de lugar a muchas personas por su manera de identificarse y vivir.