España insiste en abrir “lo más pronto posible” un segundo consulado general en Cuba para atender la demanda de trámites de la Ley de Memoria Democrática, dijeron fuentes diplomáticas a Radio Televisión Martí.
Así, el gobierno de Pedro Sánchez no se da por vencido y continúa “en negociaciones” con las autoridades cubanas. La oficina daría prioridad a las peticiones de nacionalidad española derivadas de la llamada “Ley de Nietos”.
En agosto pasado, fuentes del Ministerio de Asuntos Exteriores confirmaron a esta emisora que la apertura del consulado en Camagüey “era una solicitud pendiente de la aprobación de las autoridades cubanas”. Es decir, que el régimen de La Habana mantenía bloqueado el asunto, tres lustros después de plantearse la idea, primero en Santiago de Cuba y luego en Camagüey.
España ordenó recientemente a sus consulados prepararse ante el “volumen significativo” de solicitudes de nacionalidad. En este sentido, Cuba sería uno de los países con mayor cantidad de trámites, junto a Francia, México, Argentina y Venezuela, lo cual ya se deja sentir en La Habana.
Según el diario “España Exterior”, Xavier Martí, director de Asuntos Consulares, dijo que “no habría problema en hacer uso de los consulados honorarios para la subsanación de documentos”. En la isla funcionan entidades de este tipo en Santiago de Cuba, Camagüey y Santa Clara.
Mientras tanto, Alberto Núñez Feijoo, presidente del opositor Partido Popular (PP, centroderecha) se comprometió a impulsar una nueva ley de nacionalidad, ya que la actual solo beneficia a los nietos de exiliados políticos.
En caso de gobernar, a partir de diciembre de 2023, el PP aprobaría “una norma exclusiva para los descendientes de españoles, que no mezcle la Guerra Civil con la nacionalidad”. Además, el líder conservador exigió que “no se utilice ideológicamente” a los nietos para buscar votos en las urnas.