Alexis Lorente Jiménez, gobernador de Sancti Spíritus, dijo que con la cantidad de vacas que hay en el territorio es suficiente para cumplir con la entrega de leche pero que hay problemas “organizativos”. Sin mencionar la deuda de las autoridades con los campesinos y los bajos precios a los que pagan el producto, el funcionario apeló a seguir esforzándose para acopiarlo con los carros que estén “caminando”.
“Con la potencialidad que tiene el territorio en vacas, no tiene dificultad para cumplir con la leche de modo que se trata de un problema organizativo y de control, independientemente de que la Empresa Láctea tiene una obsolescencia tecnológica y años de explotación sin las reparaciones adecuadas”, dijo y reconoció que “a veces” no tienen combustible para recogerla.
“Hay que apelar a otras alternativas, pero cuando le decimos al campesino que hay que llevarla 5 kilómetros más a caballo, se lleva. Que ni el campesino ni la Agricultura ni la cooperativa piensen que el problema es del Lácteo; que este, a su vez, no crea que es de los demás. Hay que recoger la leche. ¿Cómo? Con los carros que están caminando. Lo más importante es que hay que llegar campesino a campesino para acopiarla toda”, agregó en una entrevista concedida a la prensa local este lunes.
La producción y distribución de leche en Sancti Spíritus “se cortó” en 2023 e inició el 2024 en una situación similar porque los campesinos no quieren venderle a las empresas estatales el excedente en las producciones debido a los bajos precios fijados por el Gobierno (20 pesos en Moneda Nacional por litro).
No obstante, Lorente Jiménez cree que “todo tiene que ver con un proceso de contratación distorsionado que les permitía a los productores, después de cumplir su compromiso con la leche, darle el destino que quisiera. El pasado año faltó comunicación, faltó esclarecimiento. En la medida en que podamos llegarles a todos los campesinos y explicarles que niños, embarazadas, enfermos no logran acceder a la leche por esa decisión, muchos se incorporan y razonan al respecto”.
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A finales de año un reporte de Escambray informaba la suspensión de la venta de leche para dietas médicas. Alberto Cañizares Rodríguez, director de la Empresa Láctea Río Zaza, dijo que la situación persistiría. “No hay garantía para las dietas y la leche se repartirá cuando haya", aclaró.
El reporte aseguraba que los culpables tenían “nombre y apellidos”. “El de los directivos de las empresas láctea y de comercio, sobre todo de Sancti Spíritus, que es donde suele manifestarse mayor descontrol. También los gobiernos locales involucrados, además del provincial”.
A inicios de este mes José A. Casimiro, un campesino espirituano dueño de la Finca del Medio, en Siguaney, resumió la situación en un video compartido en sus redes sociales. El productor explicó que el problema es “estructural” y mencionó entre las principales dificultades los bajos precios y la obligatoriedad de vender la producción al Estado con excesivos controles por parte de las autoridades.
“Solo para cubrir el costo del transporte de la leche hay que vender 25 litros”, dijo.
Los problemas con la entrega de leche no son solo de Sancti Spíritus. El propio diario estatal lo reconoció. “Es verdad, como se dice, que otras provincias ni siquiera tienen hace rato para dar dietas médicas y que algunas reparten medio litro para niños, pero eso no nos puede llamar a la conformidad en un territorio que, por cifras, es el segundo que más leche produce en Cuba”.
“Datos de la industria láctea dicen que el pasado año cerca de 400 campesinos no entregaron ni un litro de lo pactado y ni chistaron con el cobro de la migaja de la multa que sale de las ventas por fuera, donde el litro se cotiza hasta a 150 pesos y el yogur y el queso, a más”, agrega el reporte.
El viernes, la ministra de comercio interior, Betsy Díaz Velázquez, remató asegurando que Cuba no ha podido importar la leche en polvo que demandan los niños en el país.
A inicios de este año, la Liga de Campesinos Independientes de Cuba, y la Federación Latinoamericana de Mujeres Rurales (FLAMUR) emitieron un comunicado conjunto en el que advertían que la crisis con el campesinado podría agudizarse en 2024.
“Cargo sobre mis hombros el peso de vivir día a día con un campesinado cada vez más empobrecido, desesperado y desempoderado de lo que le corresponde por derecho propio, sus tierras, que ven como el régimen no ha sido capaz de suplir ni las más mínimas de sus necesidades, las del gremio que lleva el protagonismo a través de sus producciones, y amenazado por nuevas medidas que se pretenden llevar a cabo ahora en este nuevo año", dijo Esteban Ajete Abascal, presidente de la Liga.