Unos de los grandes genios del baloncesto profesional sigue aferrándose a viejas tradiciones que desafortunadamente no mejoran a su presente equipo.
Pat Riley actual presidente de Los Miami Heat y uno de los grandes innovadores del baloncesto desde los años 80’s, no acaba de aceptar que la calidad del baloncestista extranjero ha progresado exponencialmente en los últimos años.
Desde que tomó las riendas de Los Angeles Lakers, pasando por Los Knicks de Nueva York hasta llegar aquí a nuestra ciudad, Riley ha sido un precursor del baloncesto.
Excelente evaluador de talento. Ha descubierto jugadores en ligas menores o en descartes de otros equipos. Ejemplo de estos han sido John Starks, Ike Austin, Anthony Mason, Voshon Lenard y otros más.
Gran creyente en que la defensa agresiva es donde comienza la ofensa. Sus equipos, año tras año, han liderado la liga en categorías defensivas. Sus centros siempre han dominado en ese género como pudimos observar en Kareem Abdul Jabbar, al cual le alteró un poco su juego; Patrick Ewing, su gran discípulo, Alonzo Mourning a quién moldeó hasta convertirlo en el mejor jugador defensivo de la liga y finalmente Shaquille O’Neal que en su postrimería se dedicó a defender más que a anotar.
Habiendo mencionado todos los logros del presidente de Los Miami Heat, es momento de notar su deficiencia. Nunca ha sido gran admirador de los atletas extranjeros en el pasado y peor aún parece no querer cambiar de opinión.
Podemos decir que el Sloveno Goran Dragic puede ser la excepción, pero es que desgraciadamente su llegada a Miami fue a consecuencia de que el equipo estaba deshaciéndose de salarios. Si es verdad que fue recompensado con un buen contrato, también hay que mencionar que no habían otros armadores disponibles por esa cantidad de dinero.
El baloncesto se ha propagado mundialmente a un gran nivel y la NBA se ha nutrido de lo mejor del globo terráqueo.
Desde que Greg Popovich, el director técnico de Las Espuelas de San Antonio, revolucionara la liga con la contratación de Manu Ginobili (argentino); Tony Parker (belga-francés); Patty Mills (australiano); Tiago Splitter (brasileño), muchísimos más extranjeros han llenado las filas de la NBA.
El alemán Dirk Nowitzki acaba de retirase después de haber participado en 14 Juegos de Estrellas, Jugador Más Valioso de la liga y terminar como el sexto mejor anotador en la historia de ésta. Líder del conjunto de Dallas que se coronó Campeón Mundial en el 2011 y donde fue declarado Jugador Más Valioso.
En la actualidad la gran mayoría de los equipos cuentan con jugadores no nacidos en EEUU y de las cuatro escuadras finalistas en esta post temporada he aquí la relación de sus extranjeros:
Milwaukee
Giannis Antetokounmpo (griego), Ersan Ilyasova (turco) y Nikola Mirotic (montenegrino).
Toronto
Serge Ibaka (congolés), Ogugua Anunoby (inglés) y Pascal Siakam (camerunés)
Portland
Al-Farouq Aminu (nigeriano), Enes Kenter (turco), Jusuf Nurkic (bosnio)
Golden State
Andrew Bogut (australiano), Jonas Jerebko (Sueco)
Si es cierto que la NBA cuenta con la mejor competencia del mundo, todos estos nombres son pruebas de que el baloncesto ya no es monopolio norteamericano. Es tiempo de considerar al jugador extranjero.
Ojalá Los Miami Heat reconozcan lo que otros equipos han demostrado y se globalicen.