El Ministerio de Salud Pública de Cuba reportó este lunes 1,060 casos nuevos de COVID-19 y 6 fallecimientos, con lo que aumenta a 531 la cifra de muertos desde el comienzo de la pandemia.
Según el reporte oficial, permanecen hospitalizados 24 853 pacientes, de ellos 4 911 son activos, 3 463 sospechosos y el resto en vigilancia epidemiológica. Del total de nuevos contagios, 166 son menores de 20 años, de los cuales 155 están en edades pediátricas, 9 de ellos menores de un año de edad.
La Habana sigue siendo la provincia con más casos nuevos reportados con un total de 568, seguida por Matanzas con 117, Santiago de Cuba con 82 y Granma con 76.
En la provincia de Matanzas, aunque fueron decretadas nuevas medidas en todos los municipios para intentar frenar la expansión del coronavirus, han autorizado el arribo a Varadero del primer vuelo procedente de Moscú con turistas rusos.
El malestar social por el desabastecimiento, las malas condiciones en los centros de aislamiento y el acoso de las autoridades con la imposición de multas a la población por el incumplimiento de las medidas sanitarias, es latente en cada rincón del país, según dijeron a Radio Televisión Martí cubanos desde la isla.
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Desde el poblado de Torriente, en Jagüey Grande, Matanzas, el activista Alexander Águila Sosa, señala que el desabastecimiento de alimentos es total.
“Continuamos con la misma situación de hambruna aquí en el pueblo, siguen los establecimientos cerrados y también hay problemas en los centros de aislamiento”, apuntó el opositor.
Eduardo Lázaro Ceijas Falcón, con discapacidad visual y recuperado recientemente del COVID-19, llama la atención sobre la mala atención y falta de medicamentos en el Hospital Clínico Quirúrgico Docente Salvador Allende (La Covadonga), donde supo de un señor de 85 años con el mal de Parkinson, incapacitado de alimentarse por sus propios medios debido a la enfermedad y quien sufrió un "coma diabético porque llevaba dos días tirado en el piso, orinado y sin ropa, además de deshidratado”.
Diez de Octubre es uno de los municipios más complicados con el coronavirus en la capital, allí reside la economista Martha Beatriz Roque Cabello quien cuenta que no hay ni siquiera medicinas para el tratamiento de las personas que tienen enfermedades crónicas.
Desde el sábado, el periodista independiente Maikel Norton, que vive en Los Palacios, Pinar del Río, comenzó una huelga de hambre en reclamo del cese del hostigamiento en medio de la pandemia, por parte de los funcionarios Julio Michel Miranda Echeverría, presidente del Consejo Popular del Circuito Norte de los Palacios y Gloria Estela Álvarez, delegada de la Circunscripción.
“Cuando mi mamá se presentó allí e hizo su cola normal le ratificaron que en el caso de nosotros, había una orden de no vendernos”, denunció Norton.
Ovidio Martín Castellanos, activista de la Unión Patriótica (UNPACU), en Santiago de Cuba, comenta que el desabastecimiento alcanza las tiendas en Moneda Libremente Convertible (MLC).
“Las multas llueven diariamente contra el pueblo, pero no hay nadie que pueda enjuiciar las violaciones que cometen las autoridades”, destacó Ovidio.
En la Isla de la Juventud, hay personas aisladas en la antigua Escuela Secundaria Básica en el Campo (ESBEC) 45 debido al contagio con un caso que viajó en la patana que transporta los camiones y otros equipos desde la Habana.
Allí la activista Martha Pérez del Partido Autónomo Pinero alerta: “Los niños no se sabe desde cuando no se comen una malanga, no se alimentan con carne roja y no tienen una fruta. Las personas se están muriendo de hambre”.
En Guantánamo, el opositor Henry Couto Guzmán informa que solo aparecen algunos alimentos y medicamentos en el mercado negro, específicamente en la Candonga de la calle siete Oeste.
“250 pesos un litro de aceite, una caja con 30 huevos cuesta 300 pesos y la libra de carne de cerdo 150 pesos. La gente almuerza y come pan, y además no hay medicamentos, un bulbo de antibiótico cuesta actualmente 150 pesos cubanos (CUP)”, expresó Henry.