El biólogo y activista cubano Ariel Ruiz Urquiola se declaró este lunes en huelga de hambre y sed frente la Oficina de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, en Ginebra, según dijo a Radio Martí el vocero Léo Juvier-Hendrickx.
Juvier-Hendrickx declaró al periodista Tomás Cardoso, en el programa Cuba al Día, que el doctor Ruiz Urquiola demanda ser escuchado directamente en la plenaria del órgano de Derechos Humanos de la ONU para denunciar que “la dictadura cubana cometió un cirmen contra su persona al inocularle con el virus del VIH”.
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Ariel Ruiz Urquiola realiza huelga de hambre frente a edificio de ONU en Ginebra
El doctor Ruiz Urquiola presentó este lunes una carta a la Alta Comisionada de los Derechos Humanos de la ONU, Michelle Bachetet, en la que pide ser escuchado, por lo que ha empezado una huelga de hambre y de sed que no cesará hasta que pueda hacer uso de su derecho a ser oído sin intermediarios en la plenaria del organismo internacional, como víctima de crimen de lesa humanidad y de torturas por parte de la dictadura cubana.
Encarcelado de manera arbitraria durante un año, reconocido como preso de conciencia por Amnistía internacional, Urquiola pide ahora ser recibido para hablar de su caso ante la ONU.
Carta de Ariel Ruiz Urquiola
Urquiola dice en la misiva que Cuba fue reconocida como miembro del Consejo de Derechos Humanos de la ONU desde 2006 y que, aunque ha firmado los pactos internacionales de Derechos Civiles y Políticos, así como Económicos, Sociales y Culturales en 2008, estos no han sido aún ratificados.
Ruiz Urquiola ha asegurado en el pasado a Radio Martí que poseía pruebas médicas que demostraban que el régimen cubano le había inoculado el VIH mientras se encontraba ingresado en el Hospital provincial Abel Santamaría, de Pinar del Río.
En Cuba el activista hizo varias huelgas de hambre para reclamar la atención y los tratamientos médicos adecuados para su hermana, la exprofesora del Instituto Superior de Diseño Industrial Omara Ruiz Urquiola, quien padece cáncer de mama.
Una petición en la plataforma digital Change.org, para que el biólogo cubano sea protegido por la organización Amnistía Internacional, tenía en la tarde del lunes unas 1, 700 firmas de 2,500 solicitadas.