Un amplio grupo de empresarios, políticos y agricultores de Estados Unidos inició este lunes en La Habana una ronda de conversaciones con funcionarios del régimen y dueños de Mipymes (Micro, Pequeñas y Medianas Empresas) con el objetivo de ampliar el comercio agrícola bilateral.
La V Conferencia Agrícola Estados Unidos-Cuba se desarrolla en medio de una crisis generalizada en el país y tras un alza de las exportaciones a La Habana en los últimos meses.
"Este nuevo encuentro debe servir para concretar proyectos", dijo Paul Johnson, presidente de la Coalición Agrícola entre ambos países (“Focus Cuba”), defensora del comercio con la isla y con un largo historial de exportaciones a Cuba.
Pero para que estos "cuajen" es necesario "que el Gobierno le de más libertad" a los cubanoamericanos, lo que podría convertirse en "un motor para impulsar la producción de comida y otros tipos de productos" para exportar, explicó al periodista Ricardo Quintana el abogado y excongresista Joe García, quien estuvo presente en la reunión de La Habana.
"Ahora las Pymes están suplantando a un gobierno que no tiene la capacidad ni los recursos para hacerlo. Llenan ese espacio y lo hacen en muchos casos más eficiente, pero obviamente más caro porque hay falta de oferta", agregó.
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García es uno de los dos empresarios autorizados por Estados Unidos para invertir en una empresa privada en la isla pero aún espera los permisos de la parte cubana. El excongresista cree que el retraso tiene que ver con la burocracia y la resistencia de un sector del poder.
"Pienso que todavía hay gran resistencia por fuerzas ortodoxas en Cuba que no quieren esto, igual que las fuerzas reaccionarias de Miami se oponen a todo", dijo.
En la V Conferencia Agrícola también estuvo el congresista Rick Crawford, quien considera que pese al progreso del comercio entre ambos países, todavía “no estamos donde quisiéramos”. El político es una de las voces antiembargo desde Estados Unidos y sostiene que los agricultores y ganaderos de su país deberían tener acceso al mercado cubano.
Crawford defiende que Cuba debería tener, además, facilidades de pago. “El requisito de sólo efectivo hace que las transacciones de exportación sean casi imposibles” y que las leyes y regulaciones actuales “restringen la capacidad de los estadounidenses de invertir en empresas cubanas”.
"La idea no es saltarse el embargo, sino es buscar áreas donde precisamente podamos ayudar a la sociedad civil cubana", apuntó García.
Según cifras oficiales, el 80% del área agrícola en Cuba es operada por formas de gestión no estatal, lo cual incluye más de 3.000 cooperativas. El ministro de Agricultura, Ydael Pérez Brito, citó esos números en la reunión y aseguró que los principales obstáculos están en la parte estadounidense, sin mencionar que la mayoría de estas cooperativas están bajo el control del Gobierno.
La V Conferencia Agrícola Estados Unidos-Cuba culminará el próximo miércoles. En las últimas ediciones se ha logrado firmar un memorando de entendimiento, así como contratos de compraventa.
(Con reporte de Ricardo Quintana para Martí Noticias)