Embajador de EEUU ante la OEA reitera apoyo al pueblo de Cuba en su lucha por la libertad

Frank Mora, cuando era subsecretario de Defensa Adjunto para Asuntos del Hemisferio Occidental, en 2010, en Medellín, Colombia. (RAUL ARBOLEDA / AFP).

El embajador de Estados Unidos ante la Organización de los Estados Americanos, OEA, el cubanoamericano Frank Mora, reiteró este martes ante el Consejo Permanente del organismo hemisférico la importancia de defender la democracia y los derechos humanos en Cuba, Venezuela y Nicaragua, entre otras naciones donde "las libertades individuales son violadas".

En una sesión dedicada al 75 aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos (de Naciones Unidas), Mora recordó que tras concluir la Segunda Guerra Mundial el mundo se reunió "para declarar que todos somos creados iguales, que tenemos dignidad y derechos inherentes".

"Esa idea, que está en el meollo de la fundación de nuestra nación, se aplica a millones de personas en el mundo que se han sacrificado para defender las libertades que todos tenemos como seres humanos, desde Birmania hasta Venezuela, hasta Cuba y Nicaragua", subrayó.

"Hay muchas personas que están enfrentándose a las violaciones de sus derechos individuales. Estados Unidos está allí, al lado de estos seres tan valientes, y como miembro nuevo del Consejo de Derechos Humanos, queremos alzar nuestra voz a favor de quienes se les niega la protección igual bajo la ley", declaró el embajador de EEUU ante la OEA.

Posteriormente, en la plataforma X, el embajador Mora dijo que Estados Unidos apoya al pueblo de Cuba en su lucha pacífica "por la libertad de expresión, democracia, dignidad y respeto".

También comentó que estaba muy agradecido por las palabras pronunciadas en la sesión de la OEA por la activista cubana Rosa María Payá, quien denunció "los atroces abusos a los derechos humanos perpetrados por el régimen cubano".

Payá, presidenta honoraria de la Red Latinoamericana de Jóvenes por la Democracia, participó como una de las "voces juveniles en la promoción de la gobernanza democrática y las libertades fundamentales en las Américas".

Otras voces juveniles en el foro fueron:

-Joseph Thompson, Director Ejecutivo, Instituto Interamericano de Derechos Humanos
- Walter Corzo, Director Ejecutivo, Diálogos; Comunidad de Democracias YouthLeads
- Lourdes Argueta, Secretaria Ejecutiva, Red Latinoamericana de Jóvenes por la Democracia; Comunidad de Democracias YouthLeads

La moderadora fue la comisionada Margarette May Macaulay, presidenta de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

Payá comentó en su ponencia el papel clave que tuvo el gobierno cubano hace 75 años, cuando se aprobó la Declaración Universal de los Derechos Humanos el 10 de diciembre de 1948.

"La dictadura irrumpió en mi país (Cuba) unos años después y bueno, han sido los activistas, los defensores de derechos humanos, los opositores los que han tenido que cargar con ese legado de derechos", explicó la activista, "bajo la más cruel represión posible, intentando cambiar un sistema de partido único comunista hacia un sistema democrático donde se respeta cada uno de los artículos de la Declaración que hoy celebramos".

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Acerca de los obstáculos que enfrentan en Cuba los activistas, dijo que hay tres: "el exilio forzado, la cárcel o la muerte, como le pasó a Diubis Laurencio el 11 de julio del 2021, como le pasó a Luis Barrios, un preso político hace dos semanas en La Habana y como le hicieron a mi padre (Oswaldo Payá Sardiñas) y al opositor Harold Cepero en el año 2012".

Recordó que la CIDH concluyó que el Estado cubano es responsable por la muerte de Payá y Cepero, y que el pueblo cubano tuvo que esperar 11 años para que el mundo "reconociera oficialmente la verdad".

Rosa María Payá también lamentó que con la excepción de un par de Estados, el Consejo Permanente de la OEA "ha decidido ignorar el crimen y aún no se pronuncia ni para condenar el hecho".