“El trueno y el viento” es el título del documental dedicado al compositor e intérprete cubano Pedro Luis Ferrer, dirigido por el cineasta independiente cubano de Miami, Jorge Soliño.
El filme fue presentado con éxito en la pasada edición del 40 Festival de Cine de Miami.
Soliño explicó a Martí Noticias que el proyecto fue realizado de manera independiente con la ayuda y esfuerzo de todas las personas involucradas en el mismo.
“El trueno y el viento” sigue la saga de una serie de documentales anteriores realizados por el cineasta independiente y que presentan episodios de la cultura cubana que tienen marcado el sello de la censura, entre ellos “A contratiempo”, que nos acerca a la historia del rock cubano, y “Una noche en la vida”, dedicado al reconocido músico Paquito de Rivera.
Soliño cuenta que su objetivo ha sido sacar a la luz la historia de estos músicos que el régimen de La Habana ha puesto en el ostracismo, por estar en contra de la ideología comunista.
"Pedro Luis ha sido esa voz crítica, ha sido honesto, lo que le trajo problemas, censuras y que sus conciertos fueran prohibidos. Ferrer estuvo dos años castigado en su casa y por eso le pareció necesario contar esta historia", dijo el documentalista.
De ahí el título que lleva el filme, pues toma prestado uno de los hexagramas del I Ching: “El artista es trueno y el pueblo es el viento”, una analogía de cómo, a pesar de la censura del gobierno, la música del cantante seguía llegando al pueblo.
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El documental presenta un concierto, una grabación íntima de sus canciones clásicas que no podían faltar, y entrevistas a Pedro Luis Ferrer, aprovechando su visita a Miami, y a otras personas que son muy cercanas a él, como el escritor Ramón Fernández Larrea, el actor Luis Alberto García y el cineasta Juan Pin Vilar, para contar la historia de vida y musical del cantante.
La música juega un papel vital en el filme, donde Ferrer habla de la Nueva Trova, de su familia, de la censura a su obra, entrelazadas con momentos alegres y tristes.
El tema de la política está bien estructurado, siendo parte esencial también de la historia. El cantautor llama las cosas por su nombre. Discrepa, incluso, de su madre, y reconoce "el eje del mal" en Cuba.
El mérito del documental es llevar la historia con audacia, contar la vida y la música de Pedro Luis Ferrer de forma diáfana, sincera, resaltando su obra como algo perdurable para todas las generaciones.