Luego de que un tribunal ruso condenara a 6 años y medios de cárcel a la periodista Alsu Kurmasheva, varias organizaciones internacionales y entidades estadounidenses, incluyendo el Senado, el Departamento de Estado, embajadas, así como USAGM y VOA han salido en su defensa.
"Nuestros corazones y total solidaridad están con la familia de Alsu durante este momento increíblemente difícil. El periodismo no es un delito. Libertad para Alsu de inmediato", dijo Sylvia Rosabal, directora de la Oficina de Transmisiones a Cuba (OCB).
"En nombre de todos los empleados de OCB, denuncio con vehemencia la condena arbitraria e injusta de nuestra colega", agregó.
Kurmasheva, de 47 años y editora del servicio de lengua tártaro-bashkir de RFE/RL, fue declarada culpable de "difundir información falsa" sobre el ejército después de un juicio que duró apenas dos días, según el sitio web de la Corte Suprema.
"Seguimos dejando muy claro que ella debe ser liberada, me dice el portavoz del Departamento de Estado", dijo el portavoz del Departamento de Estado. y advirtió que Kurmasheva "está siendo perseguida por las autoridades rusas por su compromiso inquebrantable con la verdad".
"Es un día triste para el periodismo en Rusia. Renovamos nuestro llamamiento a las autoridades para que liberen a Alsu y a otros periodistas y presos de conciencia encarcelados", apuntó la embajada de Estados Unidos en Moscú.
Kurmasheva, ciudadana estadounidense y rusa estuvo en prisión durante 10 meses antes de recibir la condena en un juicio secreto en Kazán.
"Nos sentimos profundamente preocupados e indignados al saber que Rusia ha seguido con su burla del proceso contra Alsu y la ha condenado a más de seis años de prisión. El juicio simulado, realizado completamente en secreto, pone de relieve que no tienen ningún caso contra ella", expuso el presidente del Club Nacional de Prensa
“Exhortamos a Rusia a que libere inmediatamente a Alsu y la absuelva de cualquier condena y a Estados Unidos a que haga todo lo posible para que regrese con su esposo Pavel y sus hijas Miriam y Bibi”.
"Esto es absolutamente inaceptable. Alsu debe ser liberada de inmediato y se le debe permitir regresar con su familia, a la que no ha visto en más de un año. El Kremlin debe detener su implacable persecución a la prensa", apuntó Women in Journalism.
Reporteros sin Fronteras (RSF) creó una campaña de recogida de firmas para instar al Departamento de Estado de Estados Unidos a "redoblar esfuerzos para garantizar su liberación segura y sin más demora".
La condena en Kazán, capital de la región central rusa de Tatarstán -ubicada a unos 800 kilómetros al este de Moscú- , se produjo el viernes. Ese mismo día un tribunal de la ciudad rusa de Ekaterimburgo declaró culpable de espionaje al reportero de The Wall Street Journal Evan Gershkovich y lo sentenció a 16 años de prisión en un caso que Washington calificó de "políticamente motivado".
Kurmasheva viajó a Rusia en mayo de 2023 para cuidar a su madre anciana y en junio las autoridades le impidieron salir del país y le confiscaron sus pasaportes.
"Este juicio secreto y esta condena constituyen una burla a la justicia; el único resultado justo es que Alsu sea inmediatamente liberada de prisión por sus captores rusos", dijo el presidente y director ejecutivo de RFE/RL, Stephen Capus en un comunicado.
En octubre, la reportera fue detenida. Tanto ella como su empleador niegan los cargos en su contra.
"Alsu Kurmasheva fue condenada a seis años y medio de prisión por decir la verdad sobre la invasión ilegal de Ucrania por parte de Rusia", dijo la Comisión Helsinki de Estados Unidos.
Su esposo Pavel Butorin ha exigido la liberación de Alsu desde que esta fuera detenida. "Mis hijas y yo sabemos que no ha hecho nada malo. Y el mundo también lo sabe. Necesitamos que vuelva a casa", escribió este lunes en X.
“Esta última represalia contra una periodista independiente es una clara demostración de hasta qué punto están dispuestas a llegar las autoridades rusas para silenciar las voces disidentes, especialmente las que se oponen a la guerra contra Ucrania", dijo Natalia Zviagina, directora de Amnistía Internacional en ese país.
"Alsu Kurmasheva está entre rejas únicamente por permitir que se expresen los críticos del gobierno ruso, incluso por trabajar en un libro sobre el movimiento contra la guerra. Pedimos su liberación inmediata e incondicional, ya que ha sido objeto de una violación manifiesta de sus derechos humanos por parte del Estado", recoge el comunicado.
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