La conmoción provocada por el coronavirus en las bolsas estadounidenses está obligando a los inversores a contemplar escenarios más graves que una recesión, entre los que se incluyen varios trimestres de caída de la actividad económica, una crisis crediticia o incluso una depresión.
El creciente número de víctimas de la pandemia en el mundo y la incertidumbre sobre su posible propagación han hecho que los inversores y los economistas se esfuercen por evaluar las consecuencias financieras.
“Parece que este mercado ya ha descontado en los precios los posibles escenarios de recesión”, dijo Frances Donald, economista jefe global de Manulife Investment Management. “Ahora está por encima de todo eso tener que descontar en la cotización la probabilidad de una crisis de crédito”, sostuvo.
Lee también Lo último sobre el coronavirus a nivel mundial (VIDEO)
Analistas de Goldman Sachs y otros bancos proyectan ahora una fuerte contracción económica hasta al menos el segundo trimestre, mientras los gobiernos de Estados Unidos y Europa empiezan a cerrar restaurantes, escuelas y a pedir a los ciudadanos que se queden en casa.
No obstante, hay esperanza entre algunos economistas de que la economía comience a expandirse de nuevo a finales de este año, dependiendo en parte de los esfuerzos para contener el virus, conocido como Covid-19.
En promedio, el S&P 500 ha caído un 28% de su punto más alto durante las recesiones, según un análisis de los últimos 70 años de Keith Lerner, estratega principal de mercado de Truist/SunTrust Advisory Services. Hasta el cierre del lunes, el índice de referencia ha disminuido un 29,5% desde su récord de cierre del 19 de febrero.
Pero la caída del mercado fue mucho más profunda hace más de una década, durante la crisis financiera, cuando el S&P 500 llegó a caer más del 50%.
“Un contagio financiero como el de 2008 aún no se ha visto reflejado en este mercado”, dijo Donald, pero añadió que el mercado “probablemente no tendrá ninguna seguridad de que hemos evitado por completo el escenario de 2008 hasta que veamos que se calman los diferenciales de crédito y el ritmo de los casos de Covid-19 comience a disminuir”.
Los valores de bolsa se derrumbaron de nuevo el lunes, un día después de que la Reserva Federal tomara medidas de emergencia destinadas a amortiguar la economía, utilizando herramientas similares a las que el banco central desplegó para ayudar al país a salir de la crisis financiera de 2007-2009.
La reacción del mercado el lunes después de la “drástica acción” de la Reserva Federal es “una señal de un quiebre total de la confianza”, dijo Peter Cardillo, economista jefe de mercado de Spartan Capital Securities. “Esto plantea la pregunta de hasta dónde llegará la recesión que vamos a sufrir”.
¿UNA CAÍDA PROLONGADA?
Joachim Fels, asesor económico mundial de PIMCO, dijo en un comentario escrito que una recesión mundial parecía ser una “conclusión previsible” y que la tarea de los gobiernos y los bancos centrales era asegurar que la crisis “sea relativamente corta y no se transforme en una depresión económica”.
Fels definió vagamente una depresión como “una combinación de una prolongada caída de la actividad que dura más que unos pocos trimestres, un aumento muy significativo del desempleo y quiebres masivos de empresas y bancos”.
Los datos procedentes de China, donde se originó el patógeno a finales del año pasado, subrayaron el daño económico que la enfermedad ya había causado, con una caída de la producción industrial del 13,5% y de las ventas al por menor del 20,5%.