El régimen cubano está investigando a su exministro de Economía y Planificación, Alejandro Gil Fernández, por los “graves errores cometidos” durante su gestión.
Un comunicado emitido por el mandatario Miguel Díaz-Canel, y transmitido por el noticiero de la televisión, indica que la investigación contra el también exviceprimer ministro estará a cargo del Ministerio del Interior (MININT).
“Teniendo en cuenta el nivel de verificación de los hechos, y a propuesta de la Fiscalía General de la República, el Buró Político del Comité Central del Partido y el Consejo de Estado, aprobaron que los órganos competentes del Ministerio del Interior iniciaran las actuaciones correspondientes para el esclarecimiento total de estas conductas”, recoge la nota.
Según Díaz-Canel, desde que comenzaron las investigaciones Gil reconoció “graves imputaciones y en consecuencia, renunció a su condición de miembro del Comité Central del Partido y de diputado a la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP)”.
El régimen vuelve a hacer uso de su estrategia de supuesta “cero tolerancia” a la corrupción y asegura que tendrán mano dura con Gil. “Mientras más elevado sea el nivel de confianza depositada en un cuadro, mayor será el rigor e intransigencia con que se actúe ante hechos de esta naturaleza”, recoge la nota oficial.
A Gil lo destituyeron de su cargo a inicios de febrero pasado junto a Elba Rosa Pérez Montoya, ministra de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente por más de una década, y a Manuel Santiago Sobrino Martínez, ministro de la Industria Alimentaria. El cargo de Gil lo ocupó Joaquín Alonso Vázquez, quien se desempeñaba como presidente del Banco Central de Cuba.
En ese momento Díaz-Canel le agradeció el trabajo realizado a los destituidos y dijo que les serían “asignadas nuevas misiones”, sin mencionar que, al menos en el caso de Gil Fernández, estaba en curso una investigación en su contra.
Graduado de Ingeniería en Explotación del Transporte en el Instituto Superior Politécnico José Antonio Echeverría, el ex ministro fue uno de los defensores del llamado "paquetazo", un grupo de medidas impopulares con las que las autoridades pretenden “corregir las distorsiones” de su quebrada economía.
Gil Fernández, de 60 años y uno de los rostros más visibles de la cúpula del poder en la isla, comenzó su vida laboral en el Puerto de La Habana y luego de pasar por varias empresas fue promovido a viceministro del Ministerio de Finanzas y Precios, cargo que dejó para pasar al Ministerio de Economía y Planificación.
A finales del año pasado le tocó rendir cuentas de su gestión y achacó la mayoría de los problemas al embargo de Estados Unidos y a la pandemia de la COVID-19.
“El MEP tuvo responsabilidad directa en el diseño e implementación del ordenamiento, el cual ha representado una compresión brutal de la remuneración de trabajadores, causando un empobrecimiento masivo en Cuba”, le cuestionó públicamente el economista Pedro Monreal en la red social X.
Varios expertos consultados por Martí Noticias coinciden en que los movimientos de fichas anunciados en las últimas semanas no son más que una estrategia para intentar calmar al pueblo ante la crisis.
“Hacer rodar una cabeza no va a aplacar la ira de la gente. Nada funciona, no solo lo que estaba bajo responsabilidad de Gil. En 2024 la mecha es corta y sigue encendida. No van a evitar las explosiones sociales tirando a Gil a los leones del circo”, dijo a nuestra redacción Juan Antonio Blanco, del think tank “Cuba siglo 21”.
“Ante el descalabro de la economía cubana el régimen está buscando chivos expiatorios. Esto muestra la falta de respuestas de la dictadura ante la crisis causada por ellos mismos y las profundas divisiones en su seno”, comentó por su parte Orlando Gutiérrez Boronat, quien preside el Directorio Democrático Cubano.
“Que tomen nota los jefes militares y los técnicos civiles: el clan Castro-Canel no le es leal a nadie y sacrificará al que sea para mantenerse en el poder”, añadió.