En el contexto de los nuevos decretos que buscan silenciar las críticas al régimen y el descontento de la población, la denuncia de decenas de profesionales de la salud cubano sobre la dura realidad que afrontan día a día se expande rápidamente en las redes sociales y ha llegado a importantes medios noticiosos como The New York Times y The Miami Herald.
Esta es la segunda ocasión en que los sanitarios cubanos se atreven a hablar abiertamente de la falta de condiciones para realizar su trabajo y la precariedad de los centros de salud, luego de recibir duras críticas de dirigentes cubanos que intentaron culparlos por la grave situación epidemiológica que enfrenta el país, fuertemente impactado por la variante delta.
Más de veinte médicos y enfermeros de Holguín se unen en este nuevo video a las exigencias hechas anteriormente por sus colegas del Hospital Provincial "Vladimir Illich Lenin".
"Queremos seguir trabajando, queremos seguir salvando vidas. No somos los culpables del colapso sanitario de nuestro país", dijo la doctora Daily Almaguer, residente de Angiología y Cirugía Vascular.
"Denuncio enérgicamente el colapso sanitario que tiene la provincia de Holguín. Exigimos que se nos trate con respeto y se nos provean los medios de atención adecuados para poder trabajar", dijo Reinier Ávalos, especialista en Medicina Interna.
"Les solicitamos a las autoridades más apoyo y menos reclamos, menos quejas. Necesitamos más medicamentos y medios de protección", declaró Jorge L. Báez, especialista en Angiología y Cirugía Vascular.
"‘Ingresan para morir’: el coronavirus muestra las fallas del sistema de salud cubano", tituló esta semana el diario The New York Times un artículo en el que reconoce lo inédito de este reclamo de los profesionales cubanos.
"Este fin de semana, después de que el primer ministro de Cuba, Manuel Marrero Cruz, dijo que los cubanos se quejaban más de los médicos y su mal servicio que de la escasez, casi dos docenas de médicos jóvenes y estudiantes de medicina acudieron a las redes sociales para decir: “Denuncio mediante este medio que el colapso sanitario en Cuba no ha sido responsabilidad de los médicos”. Se trata de una reacción atrevida en Cuba, donde cualquier muestra pública de descontento puede provocar la pérdida del empleo o incluso la cárcel. El martes, el gobierno publicó una nueva ley de ciberterrorismo, que ilegaliza el uso de las telecomunicaciones para divulgar material “ofensivo” que perturba el orden público o daña el “prestigio” del país", indica el diario de Nueva York.
También The Miami Herald dice que el video es el ejemplo más reciente de cómo los cubanos, incluidos algunos que trabajan para el estado, se están volviendo aún más francos en sus críticas después de las protestas contra el gobierno que sacudieron la isla el mes pasado y al mismo tiempo evidencia que la emergencia de COVID está tomando un trasfondo tan dramático que los trabajadores de la salud sienten que necesitan hablar incluso a riesgo de perder sus trabajos.
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En el video la Dra. Lianet González, residente de Anestesiología y Reanimación llamó la atención sobre el colapso sanitario que sufre el sistema de salud en general.
"Pedimos medios de protección adecuados para poder trabajar, así como insumos médicos para atender a los pacientes. No queremos más muertos. Necesitamos ayuda, por nuestros pacientes y por nosotros”, declaró la doctora.
También el doctor Rosell Alberteris, residente de Medicina Interna indicó que se trata de un problema que afecta a todo el país.
“Colapsados a nivel institucional y a nivel nacional, solo reclamamos que se diga la verdad. Solo reclamamos insumos para tratar a nuestros pacientes”, reclamó el doctor Rosell Alberteris, residente de Medicina Interna.
Las quejas de los médicos han revelado un resentimiento latente por los salarios y otros temas laborales, así como lo deteriorado que estaba el sistema de salud de Cuba incluso antes de la pandemia y muchos culparon a la mala gestión económica y no a las sanciones de Estados Unidos, indica un despacho de la agencia Reuters.
"Un mes después de las protestas antigubernamentales sin precedentes en todo el país, activistas de derechos dicen que es otra señal de que los cubanos están perdiendo el miedo a hablar a pesar del riesgo a represalias, como perder su trabajo o ser expulsados de la universidad", dice Reuters.