El Centro de Documentación de Prisiones Cubanas en su informe sobre el monitoreo de violaciones ocurridas en el mes de octubre denunció que el hambre "continúa siendo una de las principales formas de maltrato" dentro de las cárceles de la isla.
"No solo afectan a los reclusos con las escasas raciones servidas por debajo de lo normado, la mala elaboración de los alimentos y su poca variedad, sino que en muchas ocasiones les dan comidas descompuestas y con gusanos. La situación es mucho más crítica en el caso de prisioneros que no reciben, debido a sus enfermedades, dietas diferenciadas por prescripción médica", indica el reporte.
El Centro de Documentación de Prisiones Cubanas denunció la pésima alimentación en 17 prisiones de 10 provincias: La Empresita, Prisión de Mujeres Granja 5 y Kilo 7 (Camagüey), Combinado del Este, Valle Grande y Prisión 1580 (La Habana), Prisión Provincial de Pinar del Río y Combinado de la Construcción Augusto César Sandino (Pinar del Río), Prisión Provincial de Guantánamo y Prisión Provincial de Mujeres de Guantánamo (Guantánamo), Agüica y Prisión de Mujeres Bellotex (Matanzas), Boniato (Santiago de Cuba), La Pendiente (Villa Clara), Cuba-Panamá (Mayabeque), Ariza (Cienfuegos) y Prisión Provincial de Las Tunas.
Por otra parte, aseguran que el acceso al agua potable fue un problema reportado desde la Prisión Provincial de Guantánamo, Combinado del Este, Kilo 7, Prisión Provincial de Pinar del Río y Agüica.
"Al igual que la deficiente alimentación, esta es una situación generalizada en la mayoría de los establecimientos penitenciarios del país", indicó la entidad que contabilizó en octubre un total de 153 hechos relacionados con violaciones de derechos a personas privadas de libertad.
Lee también "Me tiró contra el piso, me puso la rodilla en el cuello, abusó de mí ", periodista denuncia agresión de teniente coronel en prisiónEn términos de violaciones, los reclusos con más hechos represivos en su contra durante este período fueron los presos políticos Lázaro Yuri Valle Roca, con ocho incidentes; Roberto Pérez Fonseca y Juan Enrique Pérez Sánchez, con cinco denuncias cada uno.
La mayor parte de las denuncias recopiladas en ese informe estuvieron relacionadas con incidentes de hostigamiento y represión.
En su mayoría, las violaciones fueron cometidas por funcionarios del sistema penitenciario, oficiales de la Seguridad del Estado que actúan dentro de las prisiones y el sistema judicial.
Los jefes de las prisiones y la Seguridad del Estado continúan usando reos comunes para hostigar a los presos políticos y
también se registraron denuncias de golpizas propinadas por guardias a los reclusos.