El estado habitacional en Cuba es una problemática que afecta a cientos de miles de familias en la isla, una situación que el gobierno ha reconocido que no se resolverá este 2023. De manera general, hay un estado de precariedad material, afirmó, desde La Habana, el periodista Boris González Arenas a la revista informativa Martí Noticias AM.
“Es muy lamentable la situación habitacional, toda la infraestructura urbana de la capital está resentida, hoy en día realizar arreglos menores como pintar, cambiar una cerradura o una puerta y arreglar un baño, se convierten en una tarea de un año”, continúa el periodista.
El periodista definió al Estado cubano como "un dragón con varias bocas que devora todas las expectativas de la población".
Todo es consecuencia "de la miseria que el castrismo implementó con fines de control desde la década del 60, que conlleva a que los ciudadanos no puedan construir ni reparar sus viviendas decorosamente”, detalló Arenas.
En el mes de octubre, el Gobierno reconoció un déficit de más de 800.000 viviendas en la Isla, en un informe presentado que detallaba el cumplimiento de la Política de la Vivienda, que fue aprobada en el año 2019.
Mientras estos problemas de vivienda se acumulan y se agudizan, el Estado cubano sigue priorizando el sector turístico. A la construcción de hoteles e instalaciones turísticas, Cuba destinó un cuarto de los 41.616.003 millones de su inversión estatal en la primera mitad de 2023, de acuerdo con una publicación de la estatal Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI).
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“Cuando se habla de una reparación mayor, por ejemplo, una fachada de una vivienda, esto se puede extender por un período de 30, 40 años. Frente a esta situación es lógico que el deterioro acelerado de viviendas que ya estaban en mal estado traiga como consecuencia los derrumbes, en ocasiones con la pérdida de vidas humanas. Las causas de estos derrumbes son múltiples: por ejemplo, la ampliación de habitaciones, anexos, baños, construcciones que son lesivas para las estructuras de las viviendas”, consideró el periodista.
“Las personas están a la espera de que el Estado cubano resuelva los problemas constructivos de sus viviendas, sin tener en cuenta que este mismo Estado empobreció a la nación, asumiendo un simbólico rol de reparador general que no cumplió ni cumplirá”, indicó el entrevistado.
“Como consecuencia de la precaria situación industrial en el país, algunas fábricas están en abandono total, una situación que han aprovechado algunas personas para usarlas como vivienda, en condiciones precarias y de pobreza extrema. Sucede muy a menudo que las personas también rehúsan trasladarse a un albergue, precisamente por las condiciones de esos lugares: la falta de agua potable, de servicios sanitarios y la insalubridad” explicó.
“Es terrible seguir viendo la desvergüenza de los dirigentes, que siguen cantando victoria en un entorno de semejante abandono, sin esperanza y sin una previsión de lo que puede suceder en el país en un futuro inmediato”, concluyó el comunicador.