Eje Cuba-Venezuela-Irán: un peligro nuclear

Hugo Chávez (der.) abraza a Mahmoud Ahmadinejad. Foto tomada el 22 de junio de 2012.

Hoy Nicolás Maduro, con la misma temeridad de Chávez, está de parte de los iraníes y habría que ver si prosigue la ayuda para seguir extrayendo uranio de la rica zona del estado Bolívar.

NUEVA YORK - Mientras el mundo analiza los efectos del retiro de Estados Unidos del acuerdo nuclear con Irán en el mercado petrolero internacional, hay un peligroso elemento lateral aún más importante que resalta dentro de las ecuaciones, y es cuán equipado puede estar el gobierno de Teherán para enfrentar a Washington.

Irán ha estado acumulando uranio desde hace décadas y principalmente lo ha obtenido de naciones amigas enfrentadas al Coloso del Norte. Una de ellas ha sido Venezuela, más que dispuesta desde la era de Hugo Chávez, a proporcionar el codiciado mineral.

La entrega de uranio por parte de Hugo Chávez a los iraníes es algo viejo.
Hace más de dos décadas me llegaron de parte de una fuente confiable dentro de Venezuela, datos que señalaban que se estaba extrayendo y enviando uranio nacional a Irán.

El 23 de Febrero del 2005 yo publicaba una serie sobre este tema.
Iniciaba la serie diciendo que "varias fuentes noticiosas provenientes de Venezuela habían informado sobre la posibilidad de que se estuviera extrayendo y enviando uranio nacional a Irán. (El uranio es uno de los componentes esenciales para la construcción de armamento nuclear).
Una de las fuentes, el Frente Institucional Militar, informaba en su boletín de noticias número 30, que grupos iraníes ya se encontraban en el estado Amazonas trabajando en la operación.

Base aérea

Para el transporte del uranio fuera de Venezuela, indicaban las fuentes, el gobierno de Hugo Chávez habría construido una base clandestina en el alto Orinoco, en el sector La Esmeralda, cerca de El Tepuy y el cerro Duida. La pista de aterrizaje, dicen, tiene 2.100 metros de largo y permitía operar aviones tipo C-130, G-222 o aparatos similares de la ex Unión Soviética.

La base era operada en secreto por iraníes, cubanos y venezolanos leales al régimen. Para mantener el secreto el gobierno de Chávez había sacado del lugar a personal de la Guardia Nacional y de las Nuevas Tribus.

Uno de los informantes indicaba que la pista estaba en Malaca, cerca de La Esmeralda, que es un importante asentamiento indígena. En todos estos sitios dice, hay pistas de aterrizaje con capacidad para ser ampliadas. El cerro Duida tiene laderas bajas que han permitido en el pasado la construcción en sus valles de pequeñas pistas de aterrizaje. Cama-Cama, que era el centro de operaciones de Las Nuevas Tribus, todavía mantiene una pequeña pista para avionetas.

Es posible, decían las fuentes, que se estén empleando aviones españoles tipo C-295 que tienen gran capacidad de carga y pueden aterrizar en pistas muy cortas, incluso sin pavimentar.

Riquezas

El Tepuy y lugares adyacentes son zonas ricas en minerales, entre ellos uranio. Expertos en mineralogía señalaban que se confirmaba la presencia de este mineral a través de fenómenos propios y alteraciones de plantas y animales.

Anteriores gobiernos de Miraflores habían firmado acuerdos de protección del Amazonas. La revista "La Era Agrícola", en su número mensual de diciembre de 1993, informaba sobre el compromiso de Venezuela en la primera sesión de la Comisión de Desarrollo Sostenible firmado en la ciudad de Nueva York, de velar por la protección de los recursos no renovables de una vasta región del sur del país. Entre los acuerdos estaba la prohibición de extracciones indiscriminadas de minerales en el estado Amazonas.

Secreto

Había un consistente rumor que señalaba que el gobierno de Chávez estaba empeñado en sacar gran cantidad de personal minero de la región sureña, posiblemente para que los trabajos de extracción de uranio no fueran conocidos por la opinión pública.

A pesar del secreto en que se estaba operando en la zona, testigos afirmaban haber visto salir de Puerto Ordáz barcos de gran calado que habrían estado cargado de uranio.

Los mismos informantes señalaban que la tripulación de los barcos, que era venezolana, fue reemplazada por iraníes después de salir del Delta del Orinoco.

El profesor cubano Manuel Cereijo ya había llamado la atención sobre el enorme peligro nuclear que el eje Cuba-Venezuela-Irán representaba para la seguridad de Estados Unidos y el mundo.

Cereijo afirmó que desde la década de los noventa Cuba e Irán han tenido una estrecha cooperación en el desarrollo de armas de destrucción masiva.

Natanz y la oposición.

Miembros de la diáspora iraní confirmaron a principios del nuevo milenio, la existencia de una planta de enriquecimiento de uranio en Natanz. Irán , dijeron construyó la planta usando gas centrífugo.

La instalación se encuentra a 40 kilómetros al sureste de Kashan. Debido a las características del gas centrífugo, la planta iraní puede ser usada en el enriquecimiento limitado de uranio para uso civil o altamente enriquecido para armamento nuclear, dependiendo de la decisión del gobierno de Teherán.

Agregaron esas fuentes que la instalación contaba con gran despliegue de seguridad de varios kilómetros y con numerosas secciones subterráneas. Expertos indicaron que en caso de destrucción militar de esta planta el gobierno de Irán puede proseguir el programa nuclear en lugares secretos pequeños, difíciles de detectar.

Tiempo

Hugo Chávez, estuvo fuertemente relacionado con Fidel Castro y formó también una fuerte alianza con los jerarcas iraníes Mohammad Khatami, Mahmoud Ahmadinejad y Alí Jaddad Adel, presidente este último del parlamento iraní, hace dos décadas.

El ministro de Industrias Básicas y Minería, Rodolfo Sanz, declaraba en esos años, que el gobierno de Irán "estaba ayudando a Venezuela a detectar recientes hallazgos en importantes reservas de uranio que existen en el occidente y suroeste del país, especialmente en Santa Elena de Uairen...".

Es interesante que el gobierno de Miraflores hablara de "recientes hallazgos", en marcada contraposición a informes en mis Apuntes hechos 4 años antes , ateniéndome a mis fuentes dentro de Venezuela especialmente en Bolívar, quienes me advirtieron la carrera emprendida por Chávez e Irán en procura de la extracción de enormes yacimientos del mineral en dicho estado.

El mandatario venezolano trató, en aquella oportunidad, de esconder toda la operación, desalojando a tribus indígenas del sector, cancelando los permisos de los mineros y obligando a cerrar a pequeñas industrias, que extraían todo tipo de minerales presentes en el lugar.

Luego comenzaron las operaciones secretas de salidas de barcos desde Puerto Ordaz, cuya carga se desconocía, pero pobladores del sector advirtieron que los estibadores eran gente que hablaba el idioma árabe.

Darle uranio al gobierno de Teherán formó parte de los acuerdos de cooperación económica en proyectos geológicos y mineros firmados por ambos países.

Lo que no se sabía era el alcance de los acuerdos tácitos de cooperación con Irán "para poner de rodillas a los Estados Unidos", anhelo tan soñado por Fidel Castro y por Hugo Chávez.

El inconmensurable peligro que representó Hugo Chávez, "enemigo declarado" de Estados Unidos quien otorgó uranio, pasaportes y otras facilidades a los iraníes, solo hoy puede calibrarse, en la medida en que las amenazas y desplantes del régimen de Teherán sean hoy conocidos.

Por lo pronto, el presidente iraní, Hasan Rohani, dijo que Irán podría reanudar el enriquecimiento de uranio “sin límites”, en respuesta a la decisión de Estados Unidos de retirarse del acuerdo nuclear de 2015.

“Ordené a la Organización de Energía Atómica que que tome las medidas necesarias para que, si es necesario, reanude el enriquecimiento industrial sin límites”, dijo en una declaración transmitida por la televisión estatal.

Hoy Nicolás Maduro, con la misma temeridad de Chávez, está de parte de los iraníes y habría que ver si prosigue la ayuda para seguir extrayendo uranio de la rica zona del estado Bolívar.