A continuación, un editorial que refleja las opiniones del gobierno de Estados Unidos:
Por primera vez en cuatro años, Estados Unidos y Cuba sostuvieron conversaciones en Washington centradas en la migración y la implementación de los Acuerdos Migratorios entre Estados Unidos y Cuba.
Dichas reuniones se habían llevado a cabo semestralmente, después de que se firmara el primero de una serie de acuerdos bilaterales en 1984. Las reuniones se interrumpieron después de que las operaciones de inmigración de EEUU en la embajada en La Habana se redujeran debido a incidentes de salud anómalos entre algunos empleados.
La subsecretaria adjunta para Asuntos del Hemisferio Occidental, Emily Mendrala, encabezó la delegación interagencial de EEUU, y el vicecanciller de Cuba, Carlos Fernández de Cossio, encabezó la delegación cubana. En una declaración escrita, el Departamento de Estado dijo: "La delegación de EEUU destacó áreas de cooperación exitosa en materia de migración, al tiempo que identificó problemas que han sido obstáculos para cumplir con los objetivos de los Acuerdos".
Ha habido un aumento significativo en el número de cubanos buscando ingresar a los Estados Unidos en los últimos meses a través de rutas tanto marítimas como terrestres. Los cubanos parten de su país por diversas razones, pero sabemos que las causas fundamentales de la migración irregular incluyen la falta de respeto por los derechos humanos y las libertades fundamentales, la seguridad ciudadana y la falta de oportunidades económicas.
El portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, dijo que reanudar las conversaciones sobre migración entre Estados Unidos y Cuba brindaron "una oportunidad para discusiones importantes sobre el cumplimiento mutuo de los acuerdos migratorios y el compromiso de Estados Unidos y Cuba con una migración segura, legal y ordenada".
La migración por tierra y mar, las tendencias migratorias, la repatriación de ciudadanos y las funciones de la embajada, fueron algunos de los temas abordados en la cita.
El Departamento de Estado dijo que la discusión sobre los servicios consulares en la Embajada de los Estados Unidos en La Habana incluyó "la reanudación de los servicios de visa de inmigrante de forma limitada a partir de mayo, los servicios para ciudadanos estadounidenses y la emisión de visas de emergencia para no inmigrantes".
"Permitir una migración segura, legal y ordenada entre Cuba y los Estados Unidos sigue siendo un interés compartido entre los Estados Unidos y Cuba", declaró el Departamento de Estado, "y es consistente con el interés de los Estados Unidos en fomentar la reunificación familiar y promover un mayor respeto por los derechos humanos y las libertades fundamentales en Cuba".
Fue un editorial que refleja el punto de vista del gobierno de Estados Unidos.