Antúnez hizo estas declaraciones en una conferencia pronunciada ante funcionarios del Congreso de Estados Unidos, en una de las salas de la Cámara de Representantes.
Con estas palabras describió el disidente político cubano Antúnez su actitud después de 17 años de prisión: se niega a abandonar la isla y no está dispuesto a mantener silencio, una actitud que desagrada al régimen castrista.
Para Antúnez, esto representa un grave peligro, pues “me podrían lanzar un coche como a Oswaldo Payá”, o hacerlo morir en un hospital bajo las apariencias de una enfermedad o, naturalmente, encarcelarlo de nuevo.
Este ha sido el primer viaje de Jorge García Pérez, conocido como Antúnez, a Estados Unidos. También ha sido su primera experiencia en muchas otras cosas, desde viajar en avión a ver como la policía norteamericana le llamaba “señor", algo que “jamás ocurriría en Cuba”. En su caso, explicó, por partida doble: ni la policía trata con respecto al pueblo, pues consiste en un instrumento de represión, ni mucho menos se dirige con respeto y deferencia a una persona, como él, de la raza negra.
Antúnez hizo estas declaraciones en una conferencia pronunciada ante funcionarios del Congreso de Estados Unidos, en una de las salas de la Cámara de Representnates.
Repitió allí lo que había dicho poco antes a tres senadores con los que se entrevistó en el despacho del senador demócrata de Nueva Jersey, Bob Menéndez. Su mensaje consistió en que el gobierno de Cuba trata por todos los medios de mantenerse en el poder y presenta al mundo una imagen falsa de cambio.
Los senadores le preguntaron si su salida de Cuba no era una prueba de que las cosas están cambiando, pero Antúnez respondió que simplemente se trata de una maniobra para crear la impresión de que en la isla hay más libertades.
El Senador Menéndez dijo que él se opone al levantamiento del embargo pues coincide con Antúnez y otros disidentes que le han visitado últimamente, en que el castrismo tan solo desea disponer de medios de financiación, que le permitirían mantener y reforzar la represión. A preguntas de Radio Martí, Menéndez añadió que los grupos que quieren normalizar las relaciones con Cuba, responden a intereses económicos que no deberían determinar la política hacia la isla.
En la reunión se hallaba también el senador de origen cubano Marco Rubio, republicano de la Florida, quien expresó su admiración por la valentía de Antúnez y otras personas que luchan por la democracia desde dentro de Cuba.
Rubio se refirió también a las palabras del senador Bill Nelson, también de la Florida, que igualmente acudió a la reunión. A la salida, dijo a los medios informativos que quiere ir a Cuba a conocer personalmente la realidad de la isla y lo hará si le dan la visa pero Rubio se mostró escéptico de que el régimen de la Habana le facilite los medios para conocer de cerca la realidad cubana.
Para Antúnez, esto representa un grave peligro, pues “me podrían lanzar un coche como a Oswaldo Payá”, o hacerlo morir en un hospital bajo las apariencias de una enfermedad o, naturalmente, encarcelarlo de nuevo.
Este ha sido el primer viaje de Jorge García Pérez, conocido como Antúnez, a Estados Unidos. También ha sido su primera experiencia en muchas otras cosas, desde viajar en avión a ver como la policía norteamericana le llamaba “señor", algo que “jamás ocurriría en Cuba”. En su caso, explicó, por partida doble: ni la policía trata con respecto al pueblo, pues consiste en un instrumento de represión, ni mucho menos se dirige con respeto y deferencia a una persona, como él, de la raza negra.
Antúnez hizo estas declaraciones en una conferencia pronunciada ante funcionarios del Congreso de Estados Unidos, en una de las salas de la Cámara de Representnates.
Repitió allí lo que había dicho poco antes a tres senadores con los que se entrevistó en el despacho del senador demócrata de Nueva Jersey, Bob Menéndez. Su mensaje consistió en que el gobierno de Cuba trata por todos los medios de mantenerse en el poder y presenta al mundo una imagen falsa de cambio.
Los senadores le preguntaron si su salida de Cuba no era una prueba de que las cosas están cambiando, pero Antúnez respondió que simplemente se trata de una maniobra para crear la impresión de que en la isla hay más libertades.
El Senador Menéndez dijo que él se opone al levantamiento del embargo pues coincide con Antúnez y otros disidentes que le han visitado últimamente, en que el castrismo tan solo desea disponer de medios de financiación, que le permitirían mantener y reforzar la represión. A preguntas de Radio Martí, Menéndez añadió que los grupos que quieren normalizar las relaciones con Cuba, responden a intereses económicos que no deberían determinar la política hacia la isla.
En la reunión se hallaba también el senador de origen cubano Marco Rubio, republicano de la Florida, quien expresó su admiración por la valentía de Antúnez y otras personas que luchan por la democracia desde dentro de Cuba.
Rubio se refirió también a las palabras del senador Bill Nelson, también de la Florida, que igualmente acudió a la reunión. A la salida, dijo a los medios informativos que quiere ir a Cuba a conocer personalmente la realidad de la isla y lo hará si le dan la visa pero Rubio se mostró escéptico de que el régimen de la Habana le facilite los medios para conocer de cerca la realidad cubana.