Estados Unidos continúa investigando los ataques al personal de su embajada en Cuba, y aún no sabe quién o qué estuvo detrás de las misteriosas dolencias que comenzaron en 2016 y han afectado la salud de 26 estadounidenses, dijo este miércoles ante un comité de la Cámara de Representantes un alto funcionario del Departamento de Estado.
"No sabemos ni quién ni qué es responsable de esto", dijo en una audiencia del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes Kenneth Merten, subsecretario adjunto principal interino para Asuntos del Hemisferio Occidental.
Merten estaba testificando sobre la política de la Administración Trump hacia el Hemisferio Occidental.
El mandatario, que ha revertido en parte una distensión con Cuba, respondió a los problemas de salud reduciendo drásticamente el personal diplomático en La Habana, y expulsando en reciprocidad a 15 diplomáticos cubanos.
Los síntomas han incluido pérdida de audición, tinnitus, vértigo, dolores de cabeza y fatiga, un patrón congruente con una "lesión cerebral traumática leve", o conmoción cerebral, aunque sin haber sufrido un trauma perceptible.
El presidente del Comité de Relaciones Exteriores, el republicano Ed Royce y su homólogo demócrata, Eliot Engel, han pedido al Departamento de Estado que obtenga la ayuda del los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EEUU para que se unan a la investigación de los incidentes sónicos.
"¿Por qué el CDC aún no está desplegado en Cuba?", Dijo Engel el miércoles. "Ciertamente me parece que queremos llegar al fondo de esto. No entiendo por qué eso no ha sucedido", lamentó el congresista demócrata.
Royce dijo que él y Engel se encontrarían el miércoles con el subsecretario de Estado, John Sullivan, quien lidera el equipo de trabajo para discutir más asuntos.
En abril, Canadá dijo que retiraría a las familias de los diplomáticos enviados a su embajada en Cuba, después que una decena de sus propios enviados y sus familiares sufrieran síntomas similares.
El Departamento de Estado dijo el mes pasado que un grupo de diplomáticos estacionados en Guangzhou, China, fueron llamados a Estados Unidos para ser evaluados en busca de efectos similares a los del ahora llamado “Síndrome de La Habana”.
Merten dijo que no estaba al tanto de ninguna otra embajada que se haya visto afectada.
"Nos tomamos esto (...) muy en serio, tanto en el contexto de Cuba como en el contexto de China", dijo.
Hablando sobre la política de Trump hacia Cuba, el funcionario aseguró a los congresistas que Estados Unidos "sigue comprometido con los pueblos de Cuba, Nicaragua y Venezuela en su lucha por lograr la libertad que merecen".
"En Cuba, el régimen continúa con su control represivo y su gobierno autoritario a pesar de la reciente transición del poder al presidente Díaz-Canel. La política hacia Cuba anunciada por el presidente Trump en junio de 2017 enfatiza el avance de los derechos humanos y la democracia, y tiene como objetivo garantizar que los beneficios del compromiso de los EEUU fluyan hacia el pueblo cubano en lugar de hacia los servicios militares, de seguridad o de inteligencia de Cuba", dijo Mertens.
Esta política, añadió el alto funcionario estadounidense, "amplifica los esfuerzos para apoyar al pueblo cubano mediante la expansión de los servicios de Internet, la libre empresa, la libre asociación, la libertad de prensa y los viajes legales".
(Con información de Reuters y audiencia ante Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes)