En medio de las ya bastante tensas relaciones existentes con Turquía, Estados Unidos sancionó a este aliado de la OTAN por su compra de un sistema de misiles de defensa a Rusia.
El 14 de diciembre, el Departamento de Estado anunció la aplicación de sanciones al Organismo de Desarrollo de Defensa de Turquía, por su compra a Rusia de un Sistema de Superficie a Aire S-400.
Las sanciones incluyen una prohibición sobre todas las exportaciones de EEUU para la Presidencia de las Industrias de Defensa, SSB, al igual que la congelación de bienes de su presidente, Ismail Demir, de su vice presidente y de dos de sus empleados.
Washington trató de disuadir a Ankara de que comprara e instalara el Sistema de misiles de Rusia, advirtiéndole que pondría en peligro la seguridad de la tecnología y el personal militar, tanto de EEUU como de Turquía.
EEUU suspendió también su participación en el Programa Conjunto de Ataque Aéro F-35, mientras continuaba las negociaciones con Turquía.
Las relaciones entre EEUU y Turquía --aliado en la OTAN desde 1952-- han empeorado últimamente por varios motivos, incluyendo movimientos oficiales contra la democracia en Turquía, la participación de Ankara en la guerra de Siria, los conflictos de Nagorno-Karabakh y su participación en actos bélicos en el Mediterráneo.
El Secretario de Estado, Mike Pompeo, hizo un llamado a Turquía para la cooperación con EEUU en la solución del problema de los misiles adquiridos en Rusia, afirmando que el país todavía era un importante miembro de la OTAN.
El senador norteamericano Bob Menéndez también se pronunció este lunes críticamente en relación con el proceder de Turquía.