EEUU resalta el papel clave de las organizaciones regionales para promover la paz y la estabilidad

Linda Thomas-Greenfield sentada ante el micrófono, con el telón de fondo de las Naciones Unidas (© Mary Altaffer/AP Images)

Declaraciones presentadas el 19 de abril de 2021 por la Embajadora de Estados Unidos ante las Naciones Unidas, Linda Thomas-Greenfield, durante el Debate Abierto del Consejo de Seguridad sobre la Cooperación de la ONU con Organizaciones Regionales:

Hemos estado trabajando con la Unión Africana a través de África, para confrontar varias crisis, desde Somalia y Darfur a la respuesta al Ébola en África Occidental y, como habrán oído de parte del Secretario General del mismo modo que del Presidente de Kenia, continuamos enfrentando muchos desafíos en el Continente.

En este mismo momento, una fuerte alianza entre las Naciones Unidas y la Unión Africana es crucial para enfrentar el conflicto existente en Tingray, así como la crisis humanitaria y de derechos humanos resultante de dicha conflagración.

El mencionado conflicto ya ha causado que centenares de miles de personas se vieran obligadas a huir de sus hogares.

Con un trabajo mancomunado y con el apoyo de la comunidad internacional, las Naciones Unidas y la Unión Africana se encuentran en la posición de presionar para lograr un libre, seguro e irrestricto acceso para poner fin a la violencia, para lograr determinar la responsabilidad en los casos de las violaciones a los derechos humanos y alcanzar una solución pacífica al candente problema que afecta a aquella región.

La implantación de medidas que desarrollen la confianza y la seguridad, son otros importantes recursos que la organización regional de las Naciones Unidas puede utilizar para promover la cooperación y la confianza.

Los Estados Unidos en particular, alaba a la Organización de los Estados Americanos por su fructífero historial en la utilización de dichas medidas en el Hemisferio Occidental. La OEA ha logrado identificar medidas tanto tradicionales como extraordinarias para tratar nuevas amenazas, preocupaciones y otros desafíos que pudieran amenazar al Hemisferio.

La OEA ha logrado negociar acuerdos para resolver disputas territoriales entre Belize y Guatemala, Honduras y Nicaragua, del mismo modo que entre Costa Rica y El Salvador. La OEA también participó en la solución de varios conflictos y actividades de reconciliación nacional, incluyendo acuerdos de desarme y desmovilización en Colombia.

Dichas medidas de desarrollo de confianza y seguridad han contribuido a la estabilidad, la predeterminación y la transparencia y honestidad militar transatlántica.

La Misión de Verificación Especial de la OSCE también juega un importante papel en el reportaje sobre la violencia en Ucraina. A su directiva, a todos los valientes funcionarios verificadores y a todos los que tienen el interés en un ambiente de firme seguridad en Europa, debemos el hecho de asegurar que la Misión pueda operar libremente y sin interferencias.

También apreciamos profundamente el emplazamiento de parte de la Unión Europea de misiones civiles y militares de apoyo a las resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Las misiones de entrenamiento militar de la Unión Europea en la República Central Africana, Mali y Somalia, apoyan directamente los esforzados trabajos del mantenimiento de la paz que realizan las Naciones Unidas. Mucho agradecemos su voluntad de enfrentar dichos desafíos, tanto en su región como fuera de la misma.

Los Estados Unidos también espera que las organizaciones regionales como la ASEAN, jueguen un importante papel en la prevención de conflictos armados, mediante la mediación, la diplomacia preventiva y el mantenimiento de la paz.

Aún cuando la responsabilidad final para resolver las amenazas a la paz y seguridad internacional recae en el Consejo de Seguridad – este mes en particular – nosotros en el Consejo de Seguridad, esperamos ansiosamente el resultado de la reunión que la ASEAN realiza sobre Birmania, cuyo problema merece una seria e inmediata consideración.

El Foro Regional de la ASEAN y la “Junta Máxima del Asia Oriental” ofrecen la oportunidad para realizar un constructivo diálogo entre países para discutir candentes asuntos, tanto regionales como internacionales, incluyendo la aplicación de buenas medidas de gobierno, el contraterrorismo y la seguridad marítima. Así es entonces que, continuaremos activamente involucrados en dichos foros, para promover medidas constructivas con los países del Indo-Pacífico.

Mediante nuestras contribuciones con la agenda de trabajo de diplomacia preventiva en el Foro Regional de la ASEAN, hemos logrado grandes progresos en la inclusión de mujeres, jóvenes y de organizaciones de la sociedad civil.

Por otra parte, la promoción de una significativa participación femenina en todos los procesos políticos, también constituye una prioridad en otras organizaciones regionales, tales como la OSCE, lo que constituye otro motivo para la coordinación con dichas organizaciones mientras hacemos todo lo posible para promover el apoyo a las mujeres, la paz y el programa de seguridad del Consejo de Seguridad.

Finalmente, quisiéramos reconocer el importante papel desempeñado por las organizaciones regionales de los Países de las Islas del Pacífico en el avance del desarrollo económico y de la cooperación en la seguridad.

Nuestra relación y alianza con el Foro de las Islas del Pacífico promueve la cooperación de la seguridad regional y apoya la implementación de las resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas con los gobiernos del Pacífico y de sus registros navieros.

Las organizaciones regionales son socios fundamentales en el trabajo por la paz y la seguridad. Son el nervio motor de la diplomacia y, en las Naciones Unidas, debemos estar en íntimo contacto con dichas organizaciones, para asegurar nuestro propio éxito.

Es así entonces, que miramos hacia el futuro para continuar coordinando y colaborando con todas esas organizaciones, al igual que con otras, en estos días y en las semanas y los años por venir.