Estados Unidos prometió 85 millones de dólares a Moldavia para la seguridad energética y otros 50 millones para contrarrestar la desinformación rusa.
La ayuda “reforzará la capacidad de los moldavos para resistir la interferencia rusa, celebrar elecciones libres y justas, continuar por el camino hacia la Unión Europea y la integración occidental y crear más oportunidades económicas”, dijo el secretario de Estado, Antony Blinken, durante una rueda de prensa conjunta en Chisinau con la presidenta de Moldavia, Maia Sandu.
Esto contribuirá, explicó, a que "los moldavos decidan su propio futuro. Y esto frente a la intimidación de Rusia, a los esfuerzos de injerencia para difundir información errónea y convertir la corrupción en un arma, fabricando protestas contra el gobierno. A pesar de eso, hemos visto una extraordinaria resiliencia por parte de los líderes de Moldavia y especialmente de su pueblo”.
El viaje de Blinken se produce en medio de preocupaciones de que Moldavia y Georgia, otra ex república soviética, enfrentan nuevas amenazas de Moscú.
Rusia tiene 1.500 soldados estacionados en el territorio en disputa de Transnistria y está detrás de medidas antioccidentales en Georgia que, según Estados Unidos, van en contra de las aspiraciones de Moldavia y Georgia de unirse a la Unión Europea.
La presidenta Sandu calificó la visita del secretario de Estado como "una fuerte señal de apoyo".
Asimismo, agradeció a Estados Unidos y otros socios por su ayuda a Moldavia para fortalecer su seguridad energética, modernizar el sector agrícola y ayudar a las exportaciones.
"A través de la unidad y con el apoyo de nuestros socios, apoyaremos a nuestro pueblo y avanzaremos", dijo Sandu.
Moldavia ha condenado firmemente la invasión rusa de Ucrania y ha puesto sus miras en unirse a la Unión Europea.
Blinken viajará ahora a Praga para asistir a una reunión informal de ministros de Asuntos Exteriores de la OTAN, que se centrará en avanzar en los preparativos antes de la cumbre de la alianza de julio en Washington.