La administración del presidente Joe Biden sigue abierta al diálogo con el gobierno venezolano, comentó el martes el vocero adjunto del Departamento de Estado, Vedant Patel, después de que el presidente Nicolás Maduro informara que había acordado reiniciar las conversaciones con Estados Unidos.
Patel aclaró que previamente EEUU había dicho que acogía con agrado las discusiones "de buena fe", pero no llegó a confirmar la declaración de Maduro a última hora del lunes de que estaba programada una reunión para los próximos días.
“No voy a entrar en los detalles de nuestros compromisos diplomáticos... Acogemos con agrado el diálogo de buena fe y apoyamos el deseo del pueblo venezolano de elecciones competitivas e inclusivas el 28 de julio. Tenemos claro que el cambio democrático no será fácil “, declaró el portavoz.
Estados Unidos “continuará trabajando con la comunidad internacional y los actores democráticos en Venezuela para apoyar las aspiraciones del pueblo”, añadió. El anuncio del mandatario sudamericano tuvo lugar pocas semanas antes de las elecciones presidenciales del próximo 28 de julio.
El funcionario agregó que sigue siendo cierto que la plena implementación del Acuerdo de Barbados ofrece el mejor camino para restaurar la democracia que los venezolanos merecen y mejorar las condiciones económicas y humanitarias, así como abordar la crisis migratoria.
En octubre de 2023, la oposición venezolana y representantes del gobierno de Maduro firmaron un acuerdo en Barbados en el que las autoridades se comprometieron a facilitar unas elecciones limpias.
El secretario ejecutivo de la Plataforma Unitaria, Omar Barboza, dijo a la prensa que la alianza considera como una señal positiva el anuncio de Maduro y su disposición a dialogar.
Los negociadores de la coalición estarán listos para participar en discusiones bilaterales si se hacen necesarias, para bien del “proceso electoral y por el respeto a las garantías democráticas”, dijo Barboza.
Washington ha expresado su preocupación sobre si Maduro, que aspira a un tercer mandato, cumplirá sus promesas de celebrar elecciones libres y justas. Los gobiernos occidentales desestimaron su reelección de 2018 y la calificaron como una farsa.
Maduro ahora se enfrenta a Edmundo González, un veterano exdiplomático que fue nombrado principal candidato de la oposición después de que la Corte Suprema confirmara la prohibición de la ganadora de las primarias María Corina Machado para ocupar el cargo, una medida condenada por Estados Unidos en ese momento.
Estados Unidos volvió a imponer sanciones petroleras a Venezuela a mediados de abril acusando a Maduro de no cumplir plenamente con las garantías electorales que hizo en acuerdos con la oposición.