Estados Unidos dijo el martes que la designación rusa de Radio Europa Libre/Radio Libertad como "organización indeseable" muestra “los esfuerzos de Moscú por negar la información abierta”.
"Está bastante claro que no quieren que su gente tenga información sobre lo que el régimen ruso hace en el extranjero, lo que el régimen ruso le hace a su propio pueblo", declaró en su rueda de prensa diaria el vocero del Departamento de Estado, Matthew Miller.
Añadió que “se ha visto a (presidente ruso) Vladimir Putin oponerse a que la prensa difunda libremente información dentro de Rusia y, que “lamentablemente, no se ha movido de esa posición”.
Rusia ha calificado a Radio Free Europe/Radio Liberty como una "organización indeseable", según un registro mantenido por el Ministerio de Justicia del país, lo que expone a sus periodistas y otras personas que trabajan con la organización a cargos criminales.
RFE/RL informó que esta nueva designación de Rusia, el 2 de febrero pasado, con un fallo para agregarlo oficialmente a la lista el 20 de febrero, y dijo que la misma constituye una escalada con relación a la anterior, en la que el medio era calificado como "agente extranjero".
El presidente de RFE/RL, Stephen Capus, dijo que la designación es el último ejemplo de cómo el gobierno ruso considera que la información veraz es una amenaza existencial.
"Millones de rusos han confiado en nosotros durante décadas -incluidas audiencias récord en los últimos días desde la muerte de Alexei Navalny- y este intento de sofocarnos sólo hará que RFE/RL trabaje más duro para llevar el periodismo libre e independiente al pueblo ruso”, dijo Capus en un comunicado.
La ley de "organizaciones indeseables", adoptada en 2015, fue una regulación respaldada por el Kremlin sobre las ONG y otras entidades que reciben financiación de fuentes extranjeras. La etiqueta se ha aplicado a docenas de grupos extranjeros desde que Moscú comenzó a utilizar la clasificación y en la práctica prohíbe por completo a una organización.
RFE/RL es una corporación de medios estadounidense privada y sin fines de lucro, financiada con una subvención del Congreso de los Estados Unidos a través de la Agencia de Medios Globales de los Estados Unidos. La Oficina de Transmisiones a Cuba es una de las entidades de dicha agencia.