Al menos veinte cubanos pudieron ingresar a los Estados Unidos esta semana luego de que las autoridades de Inmigración revisaran su documentación y les permitieran el acceso, informó el diario El Mañana de Reynosa, Tamaulipas.
El periódico publicó fotos del alrededor de medio centenar de migrantes que permanecen en el Puente Internacional McAllen-Hidalgo-Reynosa sobre el Río Bravo. Este conecta al estado de Tamaulipas en el noreste de México y el estado de Texas en el suroeste de los Estados Unidos.
Los migrantes, incluidos hombres mujeres y niños y provenientes en su mayoría de Cuba, pero también de Venezuela, Honduras, El Salvador, Guatemala y México se hallan hace cinco días sobre la estructura, a la intemperie y soportando extremas condiciones climatológicas, en espera de poder presentar una solicitud de asilo en los Estados Unidos.
El Mañana precisa que unas 15 personas, madres e hijos menores de edad, han sido trasladados a albergues, ya en territorio norteamericano, por las autoridades de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos, CBP, que también han revisado los documentos de los demás. No quedó claro si los trasladados forman parte del grupo de 20 cubanos.
"Ayer dejaron pasar a 20, nosotros ya estamos más adelante en la fila, pero sigue llegando gente. Confiamos en que nos permitan entrar porque en nuestro país ya no podemos vivir", dijo a El Mañana Nelwin Torres, de origen venezolano.
El hondureño Luis Rivera explicó al diario que él no puede regresar a Honduras, donde le mataron a un hijo recientemente, tan solo 10 días después de haber llegado a territorio mexicano.
"Mi hijo tenía un negocio, era director de teatro, nos estaban extorsionando, yo me vine solo y luego me lo iba a traer a él, pero me lo mataron, mis otros hijos tuvieron que huir, salirse de la casa y esconderse en otro pueblo, y ahora, ya que pudo moverse, otro hijo mío viene en camino, en mi misma situación, necesitamos asilo", señaló Rivera, quien dice tener pruebas y espera verse favorecido por las autoridades norteamericanas
Tras salir a la luz la historia de estos migrantes y especialmente de los niños que deben soportar el intenso calor o las lluvias que se han registrado este mes en Reynosa, un grupo religioso les llevó comida, agua y algo de ropa para hacerles más llevadera su estancia. Algunos llevaban días sin comer.