Por algunas horas, los congresistas norteamericanos suspendieron sus debates y luchas políticas en Washington para celebrar la entrada de una nueva sesión legislativa y jurar el cargo en el Congreso número 113 en la historia de Estados Unidos.
Los legisladores apenas habían dejado atrás las ásperas disputas de los dos últimos meses, para evitar el llamado “abismo fiscal”, que muchos temían se habría producido de entrar en vigor recortes automáticos en el gasto público, junto con impuestos a toda la población.
No todos los congresistas que participaron en los debates forman parte de la nueva legislatura, unos porque no se presentaron nuevamente a elecciones y otros porque las perdieron, pero el liderazgo de la Cámara de Representantes no cambió, pues tanto la congresista de California Nancy Pelosi, como el de Ohio John Boehner, se mantienen respectivamene como jefes de la minoría demócrata y la mayoría republicana.
Durante los últimos días del año, hubo especulaciones de que Boehner perdería su cargo por haber adoptado una actitud demasiado conciliadora en la cuestión de la deuda pública, pero la votación para confirmarlo en el cargo le dio casi un voto unánime de sus colegas republicanos.
Visiblemente emocionado, Boehner recordó que el país se enfrenta a grandes desafíos e imploró a sus colegas, tanto demócratas como republicanos, que superen sus diferencias de partido y sus intereses particulares para ponerse al servicio de las necesidades extraordinarias del país.
Recordó el grave problema que representa la deuda pública pues, con 16.3 billones de dólares, supera ya al producto económico anual del país y les habló del futuro que puede quedar hipotecado a causa de la situación fiscal.
Aunque no lo mencionó, todos tienen presentes los debates que sin duda se presentarán en pocos meses para aumentar los límites de la deuda pública norteamericana y para reducir una serie de gastos públicos.
Inmediatamente después, aunque siguieron las celebraciones de diferentes facciones del Congreso, empezaron también las propuestas y votaciones para sentar las bases de fucionamiento de la nueva legislatura, que ya esta misma semana se plantea cuestiones importantes como la ayuda económica a los damnificados por la tormenta Sandy, en la costa atlántica del país.
El Congreso de Estados Unidos funciona, en sus dos cámaras, mediante un sistema de comisiones que preparan las diferentes leyes para el pleno. Una de las comisiones más importantes es la de Medios y Reglamentos y la congresista Ileana Ros Lethinen, representante de la Florida, fue nombrada para un escaño en esta comisión. Ros Lethinen, quien llegó desde Cuba cuando aún era niña, hace ya tiempo que preside la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes.
Fuera de los varios edificios del Congreso, que ocupan una zona muy extensa en el centro de Washington, continuaban los preparativos para la toma de posesión del presidente Obama, quien el día 21 de enero jurará su cargo para su segundo mandato. Como es tradicional, lo hará en las graderías del Capitolio, en una ceremonia transmitida en directo a todo el país.
No todos los congresistas que participaron en los debates forman parte de la nueva legislatura, unos porque no se presentaron nuevamente a elecciones y otros porque las perdieron, pero el liderazgo de la Cámara de Representantes no cambió, pues tanto la congresista de California Nancy Pelosi, como el de Ohio John Boehner, se mantienen respectivamene como jefes de la minoría demócrata y la mayoría republicana.
Durante los últimos días del año, hubo especulaciones de que Boehner perdería su cargo por haber adoptado una actitud demasiado conciliadora en la cuestión de la deuda pública, pero la votación para confirmarlo en el cargo le dio casi un voto unánime de sus colegas republicanos.
Visiblemente emocionado, Boehner recordó que el país se enfrenta a grandes desafíos e imploró a sus colegas, tanto demócratas como republicanos, que superen sus diferencias de partido y sus intereses particulares para ponerse al servicio de las necesidades extraordinarias del país.
Recordó el grave problema que representa la deuda pública pues, con 16.3 billones de dólares, supera ya al producto económico anual del país y les habló del futuro que puede quedar hipotecado a causa de la situación fiscal.
Aunque no lo mencionó, todos tienen presentes los debates que sin duda se presentarán en pocos meses para aumentar los límites de la deuda pública norteamericana y para reducir una serie de gastos públicos.
Inmediatamente después, aunque siguieron las celebraciones de diferentes facciones del Congreso, empezaron también las propuestas y votaciones para sentar las bases de fucionamiento de la nueva legislatura, que ya esta misma semana se plantea cuestiones importantes como la ayuda económica a los damnificados por la tormenta Sandy, en la costa atlántica del país.
El Congreso de Estados Unidos funciona, en sus dos cámaras, mediante un sistema de comisiones que preparan las diferentes leyes para el pleno. Una de las comisiones más importantes es la de Medios y Reglamentos y la congresista Ileana Ros Lethinen, representante de la Florida, fue nombrada para un escaño en esta comisión. Ros Lethinen, quien llegó desde Cuba cuando aún era niña, hace ya tiempo que preside la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes.
Fuera de los varios edificios del Congreso, que ocupan una zona muy extensa en el centro de Washington, continuaban los preparativos para la toma de posesión del presidente Obama, quien el día 21 de enero jurará su cargo para su segundo mandato. Como es tradicional, lo hará en las graderías del Capitolio, en una ceremonia transmitida en directo a todo el país.