El presidente Donald Trump prometió este lunes un aumento "histórico" del presupuesto para Defensa que será compensado con recortes de gasto en otras agencias federales y en asistencia a terceros países, en la víspera del discurso sobre su "visión optimista" de la nación que dará ante el Congreso.
El día antes de esa intervención ante una sesión conjunta del Congreso, la Casa Blanca adelantó las prioridades de gasto para el año fiscal 2018, que comienza el próximo octubre, que Trump quiere plasmar en el borrador presupuestario que será enviado a los legisladores el 16 de marzo.
El propio Trump, durante un encuentro con la Asociación Nacional de Gobernadores en la Casa Blanca, detalló que ese proyecto presupuestario "de seguridad pública y seguridad nacional" incluirá un incremento "histórico" en el gasto en Defensa para "reconstruir" a las "mermadas" Fuerzas Armadas del país.
De acuerdo con la Oficina de Presupuesto de la Casa Blanca, ese aumento será de casi un 10 % y equivalente a 54.000 millones de dólares.
"Tenemos que ganar. Tenemos que empezar a ganar guerras de nuevo", destacó, por su parte, Trump.
La semana pasada, en un discurso ante la Conferencia anual de Acción Política Conservadora (CPAC), el mandatario ya prometió que EEUU volverá a "ganar" e imponer su poderío militar gracias a un gran aumento del gasto en defensa.
Estados Unidos destina actualmente unos 590.000 millones de dólares al año al gasto en Defensa, un 25 % menos que durante la etapa más complicada de las guerras en Irak y Afganistán.
Tras conocerse los detalles de las prioridades presupuestarias de Trump, el líder de la minoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, denunció en un comunicado que la propuesta del mandatario impondrá "nuevas cargas" a la clase media y perjudicará, entre otras, a las agencias encargadas de proteger el medioambiente y a los consumidores.
Por su parte, el portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, comentó en su rueda de prensa diaria que los recortes presupuestarios que busca el presidente son "racionales", al reconocer que también serán "duros".
Sobre ellos hablará Trump este martes por la noche, a partir de las 21.00 hora local (02.00 GMT del miércoles), en un discurso ante el Congreso en el que ofrecerá su "visión optimista" para el futuro del país, de acuerdo con Spicer.
El portavoz anotó que Trump hablará de las "medidas concretas" que ha tomado desde su llegada a la Casa Blanca el pasado 20 de enero, así como de la "valiente" agenda que quiere sacar adelante con el Congreso y que incluye una reforma fiscal, reconstruir las Fuerzas Armadas y eliminar Obamacare, la reforma sanitaria del expresidente Barack Obama.
"Van a escuchar mucho sobre inmigración mañana por la noche", anticipó también Spicer acerca de la intervención de Trump.
Mientras, Trump adelantó que en ese discurso quiere, además, enfatizar su promesa de "arreglar" la infraestructura de EEUU, un ámbito en el que ha prometido gastar e invertir más.
Además de detalles sobre su esperado plan para mejorar las infraestructuras del país, de su discurso se espera una mayor precisión acerca de cómo piensa eliminar Obamacare y reemplazarla por otra ley.
En un encuentro en la Casa Blanca con consejeros delegados de compañías de seguros, Trump insistió este lunes en que Obamacare es "un desastre" que ha creado "caos", al prometer que hará "lo correcto" para los estadounidenses con su eliminación y una "suave transición" hacia una nueva ley sanitaria.
"Nadie sabía que el cuidado de salud pudiera ser tan complicado", afirmó, no obstante, Trump en una aparente alusión a las dificultades que están teniendo los republicanos para unirse en torno a una alternativa viable a la reforma promulgada por Obama en 2010.
Antes de su alocución ante el Legislativo, el presidente se reunió en la Casa Blanca con los líderes republicanos en el Congreso, Paul Ryan y Mitch McConnell, quienes le expresaron su apoyo para reemplazar Obamacare.
Demócratas advierten: Trump mostrará "retórica populista"
Los líderes demócratas del Senado y la Cámara de Representantes, Chuck Schumer y Nancy Pelosi, advirtieron de que el discurso de Trump ante la sesión conjunta del Congreso será "otra muestra de su retórica populista" y estará lleno "de palabras vacías".
En una rueda de prensa en el Edificio Nacional de la Prensa en Washington, Schumer y Pelosi subrayaron que, en estos primeros 40 días de su Presidencia, Trump no ha ejecutado ni una política dirigida a aumentar puestos de trabajo y fortalecer la economía de la clase media, uno de sus grandes estandartes de campaña.
Sin embargo, alertó Schumer, sí ha creado "un gabinete lleno de multimillonarios y gente de Wall Street", que representan lo opuesto a sus promesas para la clase trabajadora.
El líder de la minoría del Senado recalcó que el mensaje que el multimillonario desplegará este martes en su primera intervención ante la sesión conjunta del Legislativo "volverá a dirigirse a los trabajadores, pero no cumplirá y continuará gobernando desde la extrema derecha".
"Rompió sus promesas a la clase trabajadora al llenar su gabinete de multimillonarios y banqueros. Rompió sus promesas a la clase trabajadora cuando una de sus primeras acciones fue dificultarles el acceso a las hipotecas. (...) Sin embargo, lo que sí ha hecho ha sido levantar todas las barreras para que los privilegiados tengan aun más beneficios", denunció Schumer.
Por su parte, la líder demócrata de la Cámara Baja y congresista por California, Nancy Pelosi, recordó que el expresidente Barack Obama firmó en poco más de una semana en el cargo una ley para la recuperación económica, mientras que "Trump y el Congreso republicano no han levantado ni un dedo para crear trabajos".
"Ha puesto primero a Wall Street que a los estadounidenses, está trabajando para enfermar a Estados Unidos de nuevo -juego de palabras con el eslogan de campaña de Trump 'Make America Great Again'-, (...) y está socavando nuestra democracia", sentenció Pelosi en referencia a los ataques de Trump contra la prensa.
La congresista apuntó, además, que las medidas en materia de seguridad que ha emitido el mandatario en estas semanas tendrán un efecto contrario y "harán de Estados Unidos un país menos seguro", además de denunciar que haya incluido a su estratega jefe, Steve Bannon, en el Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca.
"Le ha dado el Consejo de Seguridad Nacional a los supremacistas blancos", reiteró Pelosi, en referencia a los vínculos de Bannon con esa ideología.
"Está tomando decisiones autoritarias. Llamar a la prensa el enemigo del pueblo es una razón para alarmarse. Tenemos que estar vigilantes", agregó la legisladora, quien consideró que la agenda de Trump responde a "políticas brutales para perseguir a las comunidades vulnerables".
Respecto a la postura del magnate inmobiliario para derogar y sustituir la reforma sanitaria de Obama, Schumer consideró que los republicanos no serán capaces de tumbarla, ya que ni ellos mismos se ponen de acuerdo para encontrar un plan sustitutivo que además no afecte a los votantes de sus distritos.
"Las probabilidades de que mantendremos la Ley de Cuidado de Salud Asequible son muy altas. No será derogada", vaticinó Schumer, quien recordó las protestas de los votantes a las que se han enfrentado los conservadores en sus estados durante el receso de la semana pasada.
Inmigración podría ser el tema de la noche
Legisladores demócratas anunciaron este lunes que llevarán como invitados a jóvenes inmigrantes indocumentados al discurso de Trump.
El senador demócrata Dick Durbin informó en un comunicado que Aaima Sayed, una musulmana que llegó al país con tres años de edad, le acompañará durante la intervención de Trump.
"Me siento honrado de recibir a esta talentosa joven estudiante de medicina como invitada. Espero que su presencia recuerde al presidente Trump lo que está en juego en el debate sobre la DACA: la vida de más de 750.000 jóvenes inocentes y el bienestar de comunidades enteras", aseguró Durbin.
Los congresistas demócratas Jerrold Nadler, Jared Polis y Mark Pocan también planean invitar a otros jóvenes beneficiarios de la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA).
El programa de DACA fue promulgado por decreto en 2012 por el expresidente Barack Obama y ha servido para frenar la deportación de 750.000 jóvenes indocumentados que llegaron al país siendo niños.
De momento estos jóvenes indocumentados ("dreamers" o "soñadores") quedaron exentos de las nuevas directrices de control migratorio, con una expansión masiva de la capacidad de deportaciones, que el Gobierno de Trump estableció la semana pasada.
Sin embargo, en las pasadas semanas, por lo menos dos "soñadores" fueron detenidos por las autoridades de inmigración.
Por su parte, el exgobernador Steven Beshear, conocido por su defensa de un sistema médico accesible, y la inmigrante indocumentada mexicana Astrid Silva se encargarán de dar la respuesta del Partido Demócrata al presidente.
(Con información de EFE)