Desde diciembre, tras el anuncio de Barack Obama para restablecer lazos con el régimen comunista cubano, y a pesar de la apabullante propaganda de los medios induciendo lo contrario, el comercio con Cuba ha dado un giro peculiar: Ha disminuido drásticamente.
Eso es importante para Texas, que durante años ha clasificado entre los 10 primeros estados de Estados Unidos en el comercio con Cuba bajo las disposiciones de la Ley de Reforma y Mejora de las Exportaciones Comerciales de 2000, que permite a las empresas vender ciertos bienes con fines de lucro a pesar del embargo a la isla, publica The Texas Tribune.
Hasta junio, Estados Unidos en conjunto había enviado alrededor de $83 millones en bienes a Cuba, y está en camino de exportar $166 millones para el presente año. Eso es muy por debajo de los $291 enviados en 2014 y muy por debajo de los $348.700.000 de 2013. Lo que significa un descenso dramático del comercio con la isla comunista.
Tan dramático es el asunto que el puerto de Houston, en Texas, ha visto sólo 33 toneladas métricas de mercancías salir de sus muelles con destino a Cuba hasta marzo de este año, de acuerdo con el Consejo Económico y del Comercio EEUU-Cuba con sede en Nueva York. En comparación con 60 toneladas en 2014; 295 toneladas en 2013 y la friolera de 93.000 toneladas en 2012.
John S. Kavulich, presidente de dicho Consejo, asegura que con respecto a las relaciones y el comercio con Cuba hay "una enorme cantidad –es impresionante– de retórica aspiracional sin mucha base en la realidad".
Cómo las cosas puedan progresar tiene que ver más con la respuesta de Cuba que con las propuestas de la Casa Blanca. "Si Estados Unidos ha cambiado con Cuba y Cuba no hace nada para cambiar, hay acá una desconexión", dijo Kavulich.
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