El congresista Mario Díaz-Balart y el senador Bob Menéndez, republicano y democráta respectivamente y ambos de origen cubano, denunciaron "el brutal asalto" y clausura de la sede del disidente Movimiento San Isidro en La Habana por parte de las fuerzas represivas de la dictadura cubana.
Díaz-Balart escribió que sigue “pendiente de esta situación, y demando que todos los presos políticos sean liberados de inmediato. ¡Libertad para Cuba!”
Por su parte, Menéndez escribió también en Twitter que “el régimen de @DiazCanel allanó la sede @Mov_sanisidro, sacó a sus miembros, y tumbó las redes sociales en toda Cuba para bloquear noticias sobre su acto de represión. Urgente que @ICRC reciba acceso a estos activistas y que se respeten sus derechos ya! #FreeDenisSolis”.
El ataque efectuado por las fuerzas de la Seguridad del Estado cubana contra los integrantes del Movimiento San Isidro en horas de la noche del 26 de noviembre, ha desatado una ola de protestas a nivel internacional y, una tras otra, las voces de políticos y defensores de los derechos humanos se alzan, dejando en claro su rechazo a la actuación del régimen y su apoyo y solidaridad con los jóvenes artistas que permanecían en huelga de hambre.