Mensaje de la Directora General de la UNESCO Irina Bokova, con motivo del Día Internacional de la Juventud
Los jóvenes representan hoy en día casi un tercio de los migrantes internacionales. Esas migraciones transforman el mapa del mundo y el rostro de las sociedades. Constituyen un inmenso potencial de acercamiento entre los pueblos, de diálogo intercultural y desarrollo pero plantean asimismo enormes desafíos por lo que respecta a la exclusión, la pobreza, la explotación o las discriminaciones.
Es esencial conocer mejor las complejas realidades de estas migraciones para idear políticas públicas más adaptadas y eficaces. Las investigaciones en ciencias sociales revisten una importancia decisiva. Muestran la impresionante evolución de los flujos migratorios durante los últimos 20 años: además de ser más numerosos, están constituidos por más mujeres y por más jóvenes. El Día Internacional de la Juventud centrado en las migraciones de los jóvenes coincide justamente con el Informe sobre la juventud mundial, dedicado a este tema, que aporta información valiosísima sobre los efectos de las migraciones de los jóvenes en el porvenir de los países.
Para liberar el potencial que encierran los jóvenes, debemos considerarlos asociados de primera línea en la concepción y aplicación de las políticas que los afectan. Hoy contamos con nuevas herramientas que amplían nuestros medios deconsulta, de participación y de diálogo: ¡sepamos utilizarlas!.
La conferencia nacional sobre la migración de los jóvenes y el desarrollo celebrada en Chennai (India), que contó con el apoyo de la UNESCO, es un ejemplo de espacio de intercambio gracias al cual los jóvenes y los investigadores pueden compartir sus experiencias, al igual que otras iniciativas análogas como la que este año en Samoa se refirió al empleo de los jóvenes, en Rusia, al diálogo intercultural o en Kirguistán, a las jóvenes migrantes. En esta misma línea, me es grato anunciar que el octavo Foro de la juventud de la UNESCO se celebrará en la Sede de la Organización, en París, del 29 al 31 de octubre de 2013. En todas partes hay jóvenes que se movilizan para defender sus derechos. La joven Malala Yousafzai que lucha por la educación de las niñas y muchachas es un ejemplo. Demos a la juventud medios para hacerse oír.
La intensidad de los movimientos migratorios en un mundo globalizado y conectado exige una mayor cooperación y solidaridad entre los Estados. Requiere también que, dentro de las sociedades, se aumente el acceso a una educación de calidad, a la participación democrática y las competencias interculturales que ayudan a vivir juntos, más especialmente en las ciudades, donde reside más de la mitad de la población mundial. El rechazo de la pobreza, los peligros del calentamiento climático, las aspiraciones a una vida digna o al respeto de sus derechos llevan a millones de jóvenes a forjarse un porvenir mejor más allá de las fronteras. En este día exhorto a todos los asociados de la UNESCO y a todos los Estados Miembros a aunar sus esfuerzos para hacer de esta considerable energía una fuerza y una baza para la paz, el respeto de los derechos de la persona y el desarrollo.
Irina Bokova
Es esencial conocer mejor las complejas realidades de estas migraciones para idear políticas públicas más adaptadas y eficaces. Las investigaciones en ciencias sociales revisten una importancia decisiva. Muestran la impresionante evolución de los flujos migratorios durante los últimos 20 años: además de ser más numerosos, están constituidos por más mujeres y por más jóvenes. El Día Internacional de la Juventud centrado en las migraciones de los jóvenes coincide justamente con el Informe sobre la juventud mundial, dedicado a este tema, que aporta información valiosísima sobre los efectos de las migraciones de los jóvenes en el porvenir de los países.
Para liberar el potencial que encierran los jóvenes, debemos considerarlos asociados de primera línea en la concepción y aplicación de las políticas que los afectan. Hoy contamos con nuevas herramientas que amplían nuestros medios deconsulta, de participación y de diálogo: ¡sepamos utilizarlas!.
La conferencia nacional sobre la migración de los jóvenes y el desarrollo celebrada en Chennai (India), que contó con el apoyo de la UNESCO, es un ejemplo de espacio de intercambio gracias al cual los jóvenes y los investigadores pueden compartir sus experiencias, al igual que otras iniciativas análogas como la que este año en Samoa se refirió al empleo de los jóvenes, en Rusia, al diálogo intercultural o en Kirguistán, a las jóvenes migrantes. En esta misma línea, me es grato anunciar que el octavo Foro de la juventud de la UNESCO se celebrará en la Sede de la Organización, en París, del 29 al 31 de octubre de 2013. En todas partes hay jóvenes que se movilizan para defender sus derechos. La joven Malala Yousafzai que lucha por la educación de las niñas y muchachas es un ejemplo. Demos a la juventud medios para hacerse oír.
La intensidad de los movimientos migratorios en un mundo globalizado y conectado exige una mayor cooperación y solidaridad entre los Estados. Requiere también que, dentro de las sociedades, se aumente el acceso a una educación de calidad, a la participación democrática y las competencias interculturales que ayudan a vivir juntos, más especialmente en las ciudades, donde reside más de la mitad de la población mundial. El rechazo de la pobreza, los peligros del calentamiento climático, las aspiraciones a una vida digna o al respeto de sus derechos llevan a millones de jóvenes a forjarse un porvenir mejor más allá de las fronteras. En este día exhorto a todos los asociados de la UNESCO y a todos los Estados Miembros a aunar sus esfuerzos para hacer de esta considerable energía una fuerza y una baza para la paz, el respeto de los derechos de la persona y el desarrollo.
Irina Bokova