La opositora Omara Ruiz Urquiola denunció que el activista de derechos humanos, Adelth Bonne Gamboa, fue detenido cuando se encontraba ayudando a recuperar la finca de la familia Ruiz Urquiola, gravemente afectada después del paso del huracán Ian por el occidente del país, en el mes de septiembre.
El biólogo y hermano de la activista, Ariel Ruiz Urquiola, explicó en una directa en Facebook que agentes de la Seguridad del Estado se llevaron a Bonne Gamboa a la unidad de la policía en Viñales, en la provincia de Pinar del Río, con la excusa de que debía "rendir declaraciones".
"Declaraciones de ningún crimen", ripostó el expreso político.
El opositor, radicado en Suiza, explicó que el joven fue a ayudar a la madre de los hermanos, Isabel Urquiola Cruz, de 75 años, porque ellos no pueden viajar al país, pues el régimen cubano les ha negado la entrada a la isla debido a su activismo político.
Antes de la detención del Bonne Gamboa, la profesora universitaria denunció que en horas de la mañana de este sábado se presentaron el Jefe de Sector y otro uniformado en representación de la Dirección Técnica de Investigaciones del Ministerio del Interior, para venderle un pomo de aceite, dos tubos de picadillo, una barra de mantequilla, una frazada de piso, un pomo de refresco, un tanque plástico de 55 galones y un colchón personal de espuma de goma, como una oferta del Consejo Popular Cuajaní, municipio Viñales.
Según la activista, los oficiales pidieron sacarse una foto con la señora y el colchón de fondo.
"Ella accedió y luego pensó en que pudieran usarla malintencionadamente. Es por ello que me adelanto", sugirió la opositora.
La activista relató lo sucedido "ante la posibilidad de cualquier intento ofensivo, cargado de la naturaleza mezquina que ya distingue a la propaganda oficialista".
Los hermanos Ruiz Urquiola dijeron sentirse muy agradecidos con Bonne Gamboa por la ayuda prestada a su madre, pues al ser de avanzada edad y no contar con la presencia de sus hijos, se le dificulta realizar las labores de recuperación en la finca.
En agosto, el joven denunció a Radio Martí que agentes de la Seguridad del Estado importunaron a su madre en su centro de trabajo para amedrentarla sobre lo que podría ocurrir si él continuaba publicando comentarios negativos sobre el régimen en las redes sociales.
"La visita fue para 'cariñosamente' sugerirle a mi mamá que me aconseje para que deje de hacer lo que estoy haciendo porque estoy cometiendo delito", relató en esa oportunidad el activista de derechos humanos.