El exprisionero político Ramón Jesús Velázquez Toranzo, arrestado el 10 de marzo en el poblado El Cobre, en Santiago de Cuba e ingresado en el Hospital Militar Carlos J. Finlay de La Habana, abandonó la huelga de hambre que comenzó dos semanas atrás, según familiares.
Velázquez Toranzo, que había viajado a Cuba desde Estados Unidos junto a su esposa Bárbara María González Cruz, fue recluido en el cuartel general de la policía política, en La Habana, luego de que convocara a los cubanos a buscar entre todos una solución a la crisis nacional.
“El 23 de marzo, depuso la huelga de hambre después de trece días. Mi papá está protestando el derecho de no ser deportado, porque él no rompió ninguna ley. Él decidió posponer la huelga de hambre, habrá visto el objetivo cumplido. Él no aceptó ser deportado como única condición de ser liberado”, comentó a Martí Noticias la hija del ex preso político, Rufina Velázquez, desde Stuart, en la Florida, Estados Unidos.
Velázquez Toranzo había sido detenido en El Cobre junto a su esposa, su hijo, René Velázquez, y su nieta, Lorena Velázquez, de 11 años. Posteriormente, los familiares fueron liberados, pero el opositor exiliado fue encarcelado en Villa Marista.
“Actualmente ellos dicen que él está en un proceso investigativo, pero no tenemos una acusación formal, ni alguien que acuse, y entonces tenemos fe y esperanza de que ellos lo tienen que liberar sin condiciones ni destierro”, indicó la hija.
“Le habían dicho a mi hermano que Fiscalía lo estaba acusando de ‘propaganda contra el orden institucional’”, añadió.
El exprisionero político había llamado en un video desde las instalaciones del Santuario del Cobre, a "encontrar el origen de los problemas que “asfixian por más de 60 años “a los cubanos. Para ello, citó a “una reunión general”.
La hija de Velázquez Toranzo ha alertado en una carta dirigida a organismos internacionales defensores de los derechos humanos sobre la situación de su padre.
En el mensaje asegura que el exprisionero político fue aprehendido después de “convocar a una reunión no violenta de personas para analizar y encontrar soluciones a los problemas actuales que enfrenta Cuba”.
También lamenta que "la única opción que le han dado es ser deportado a Estados Unidos", sin derecho a regresar a la isla.
"Mi padre es un hombre de principios, y como es su derecho y condición jurídica de ciudadano cubano, no ha aceptado este exilio forzoso”, afirmó la joven.
La misiva fue enviada al Consulado cubano en Washington, a la organización Prisioners Defenders y a Naciones Unidas, entre otras entidades.