Varios presos políticos de las manifestaciones del 11 de julio de 2021 enfrentan precarias condiciones de salud, según alertaron a Martí Noticias activistas de derechos humanos.
Dariel Ruiz García, de 48 años de edad, fue sentenciado a dos años y medio de cárcel por participar en la manifestación en el poblado de Aguacate, en el municipio de Madruga, en la provincia de Mayabeque, por los delitos de desacato, desordenes públicos, instigación a Delinquir y resistencia.
Al preso político, quien es débil visual y le falta una pierna, a pesar de su condición le han negado la libertad condicional, y se encuentra en el campamento Paraíso en Güines, informó la coordinadora del Centro de Derechos Humanos, Martha Beatriz Roque Cabello.
“Cumple los dos años y medio de su condena el 13 de febrero de 2024, este hombre tiene una situación tan grave que sería importantísimo una campaña para tratar de obtener su libertad. Lo mantienen preso, la dictadura mantiene a la gente hasta el último día en la prisión”, recordó la opositora.
De acuerdo a la información del Tribunal Supremo de Justicia de Cuba, el beneficio de libertad condicional puede solicitarse siempre que se haya extinguido, en el caso de los presos primarios, la mitad del término de la sanción impuesta.
En el hospital del penal Combinado del Este, de La Habana, está recluido Carlos Raúl Perdomo Cancio, de 55 años de edad, discapacitado y con una seria afección pulmonar.
El preso político originario de Las Tunas estaba viviendo en el poblado de Güira de Melena, en la provincia de Artemisa, cuando ocurrieron las protestas.
En la prisión de máxima seguridad de La Habana, está cumpliendo 12 años de condena, sin recibir visitas, porque no tiene familiares en La Habana, y dijo a Martí Noticias, Martha Domínguez, madre del periodista encarcelado Jorge Bello Domínguez, también recluido en el Combinado del Este.
“En el momento del 11 de julio, él ya era una gente discapacitada y tenía problemas de salud bastante graves y no está recibiendo la visita de nadie, ni nadie lo va a ver”, alertó la señora.
También sobre este caso llamó la atención el activista Marcel Valdés, quien recibe llamadas telefónicas desde los penales cubanos. En su perfil en Facebook, Valdés explicó que un reo del Combinado del Este le informó sobre el delicado estado de salud del prisionero político, que lleva más de un año reclamando asistencia médica especializada.
El relator del Consejo de Derechos Humanos de Cuba, Juan Carlos González Leyva, llamó la atención sobre la situación de otros dos condenados del 11 de julio con serios padecimientos de salud.
Yoirdan Revolta Leyva, cumpliendo en la prisión provincial de Holguín, con sentencia de 10 años de cárcel por el delito de sedición, quien sufre sangramientos por úlceras estomacales y le han negado la asistencia médica.
“Sus familiares dicen que durante estos dos largos años la policía política le ha impedido consumir sus medicamentos, la dieta médica y otros medicamentos para otras enfermedades que él padece”, reportó González Leyva.
Revolta Leyva, de 23 años de edad ha sido llevado el varias oportunidades paras las celdas de castigo, además de recibir suspensiones de llamadas telefónicas y visitas familiares.
El joven encarcelado en la prisión El Yayal. conocida como Cuba Sí, presenta una úlcera duodenal por la bacteria Helicobacter pylori por lo que cuenta con certificado médico presentado a la prisión por su familia, indica la base de datos del grupo Justicia 11J.
Otro caso preocupante para el relator de DDHH es el de Adael Jesús Leyva Díaz, de 24 años de edad, hostigado por las autoridades del penal Combinado del Este, donde cumple 13 años de cárcel por haber participado en la manifestación en la esquina de Toyo,
El joven condenado por sedición está “sufriendo cada día los malos tratos y careciendo hasta de una alimentación apropiada, ha sido víctima de todo tipo de acciones de represión política, de acuerdo con un reporte entregado por su madre Ivón Díaz”, dijo González Leyva.
Adael Jesús fue arrestado el 22 de julio de 2021 y en el juicio de los manifestantes de Diez de Octubre recibió una sentencia de 19 años de prisión, condena que fue rebajada a los 13 años en el proceso de apelación, antes de su encarcelamiento se desempeñaba como cuentapropista.