El grupo de congresistas demócratas que viajaron la semana pasada a La Habana con motivo del deshielo entre Estados Unidos y Cuba confiaron hoy en "un compromiso bipartidista muy fuerte" en el Congreso a favor del aperturismo hacia la isla que, a su juicio, ayudará a consolidar el giro político entre los dos países.
Los legisladores, encabezados por la líder de la minoría demócrata en la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, relataron en una rueda de prensa tras su viaje el "entusiasmo" que encontraron en Cuba ante el acercamiento de las dos naciones, y subrayaron que es de "interés mutuo" que los dos países logren mirar hacia el futuro.
La congresista Rosa DeLauro (Connecticut) dijo ser optimista ante la posibilidad de que se someta a voto en la Cámara de Representantes un proyecto de ley para levantar el embargo comercial a la isla.
"Podríamos ganar ese voto", aseveró DeLauro, quien ha trabajado estrechamente con la oposición republicana, encabezados por el congresista Jeff Flake, para poder avanzar en la normalización de las relaciones con Cuba entre miembros de los dos partidos.
Por su parte, el congresista Jim McGovern (Massachusetts) llamó a los líderes de ambas cámaras, los republicanos Mitch McConnell y John Boehner, a someter a consideración las leyes que ya han sido presentadas en las últimas semanas para, por un lado, permitir que los estadounidenses viajen a la isla, y por otro, finalizar el bloqueo comercial.
"Así, podrán mostrar al Gobierno cubano cómo funciona la democracia", agregó el legislador.
Pelosi insistió en que ni ella ni sus compañeros "se hacen ilusiones" con la irrupción del sector privado en la isla, pero dejó claro que hay una clara oportunidad de intercambio comercial que puede ser de beneficio mutuo.
"Podemos mirar al futuro o perpetuarnos en el pasado", dijo la líder durante su intervención, en referencia a lo que consideran 50 años de políticas fallidas con Cuba.
Aunque desde que en diciembre se anunciara el acercamiento entre los dos países, el presidente Barack Obama ya ha ordenado cierto alivio de las restricciones de manera unilateral, Estados Unidos no puede acabar con el embargo hacia la isla si no es con el consentimiento del Congreso.
El grupo de demócratas aprovechó su viaje a La Habana para reunirse con representantes de la sociedad civil, embajadores de otros países destinados en la isla y autoridades cubanas como el vicepresidente Miguel Díaz-Canel, quien está llamado a sustituir a Raúl Castro en la Presidencia del Gobierno cuando concluya su mandato en 2018.
Este viernes, las delegaciones de ambos países mantendrán la segunda ronda de conversaciones en Washington, tras una primera toma de contacto en Cuba el 21 y 22 de enero pasados.
Principalmente, buscarán crear un marco político para poder acelerar la apertura de embajadas en las dos capitales, lo que les permitiría mantener un contacto mucho más fluido para continuar trabajando sobre la normalización bilateral.