Alrededor de 50 cocheros entregaron sus licencias el viernes en la Oficina de Administración Tributaria municipal (ONAT) en Banes, Holguín, en protesta silenciosa por las nuevas regulaciones que les han impuesto las autoridades municipales.
"Les subieron los impuestos (...) y los obligaron a subir el precio del pasaje", dijo a Radio Martí William Tamayo, miembro de la Alianza Democrática Oriental.
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"Este es un fenómeno que no solo se da con los cocheros, se ha ido manifestando" en otras esferas del trabajo por cuenta propia, subrayó Tamayo, quien pasó el viernes más de 10 horas detenido por la Seguridad del Estado a raíz de la protesta silenciosa de los cocheros.
Según Tamayo, durante la detención recibió amenazas de cumplir una larga condena en prisión, y fue objeto de abuso físico y verbal.
Uno de los cocheros, que pidió no ser identificado, dijo a Radio Martí que al alza en los impuestos que deben pagar por la atención veterinaria al caballo y por transitar por las calles, se suma el incremento del precio de los trámites burocráticos, y las elevadas multas -ya sea por exceso de pasajeros, por malas condiciones del vehículo, o bajo el pretexto de evitar malos olores y accidentes del tránsito- todo lo cual, según el transportista privado, supera ampliamente sus ganancias.
El activista Marlon Martorell agregó que no existe un taller estatal para arreglar este tipo de vehículos, o un mercado para “comprar gomas y otras piezas de repuesto”, que terminan adquiriendo a precios elevados en el mercado negro.
Esta no es la primera protesta de los cocheros este año en Cuba, donde nuevas restricciones al trabajo privado han impactado al sector en varias localidades del país.
En Banes, con una población cercana a las 79.000 personas, miles hacen uso cada día de los tradicionales coches. Lo mismo ocurre en otras localidades cubanas en un país con serios problemas de infraestructura en el sistema de transporte público.
(Con reporte de Yolanda Huerga para Radio Martí)