Sonia Álvarez Campillo, miembro de las Damas de Blanco, fue arrestada por varias horas en la mañana del martes, presuntamente, como parte de los dispositivos de seguridad previstos para el recorrido del gobernante Miguel Díaz-Canel por la provincia de Matanzas.
Agentes de la Seguridad del Estado y la policía interceptaron a la activista en la carretera que conduce a Jovellanos cuando viajaba con destino a la cárcel Bellotex en la que está recluida su hija, la presa política Saily Navarro, condenada a ocho años de privación de libertad tras las manifestaciones del 11 de julio en su localidad.
“El 26 de marzo, cuando me dirigía a la visita de Saily, fui detenida en el Entronque de Perico y conducida, en el mismo carro en el que me trasladaba, hasta la estación policial de Perico, donde me tuvieron dos horas y media. Después supe que la detención era porque el gobernante visitaba el poblado de Jovellanos por donde yo tenía que pasar”, dijo en conversación con Martí Noticias, Álvarez Campillo.
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“Fue un abuso y una arbitrariedad lo que me hicieron y yo muy preocupada, temiendo que se me fueran a echar a perder los alimentos que le llevaba a Saily porque esos alimentos fueron elaborados desde la noche anterior. Alimentos que cuesta trabajo conseguir porque todo está muy caro para uno conseguir las cosas”, lamentó.
Reportes de la prensa oficialista aseguran que en su visita a Jovellanos, Díaz-Canel visitó varias entidades agropecuarias y destacó “el potencial económico” que tiene la empresa Vladimir Ilich Lenin que podría cubrir a todo el municipio y casi la provincia con los alimentos básicos, una de las demandas de las protestas que han ocurrido desde 2021.
Según el relato de la Dama de Blanco encontrarse con el gobernante cubano no estaba entre sus planes: “Yo en ningún momento le rindo honores a un tipo que es un abusador, como eso que me hicieron ayer. En todo caso no tenía por qué ir a Jovellanos si no hubiera ido a la visita, no tenía ni que pasar por allí porque nosotros no tenemos ningún deseo de verlo ni de oír sus mentiras cuando sale a los pueblos a meterle mentiras a las personas, a reírse de las personas con el hambre, con la necesidad, con los apagones que hay en este país”, recalcó la mujer.
Dos horas después de la retención, la policía política le permitió seguir hasta el penal y a pesar de que el horario de la visita había concluido, pudo estar el tiempo reglamentado con su hija.
Álvarez Campillo es también la esposa del opositor encarcelado Félix Navarro, uno de los 12 prisioneros de la Primavera Negra que no aceptó el destierro y se quedó en la Isla. Fue sentenciado en otra causa a nueve años de prisión tras las demostraciones del verano de 2021.