La dama de blanco Rosario Morales de la Rosa, fue golpeada y detenida por la policía, tras una discusión con una inspectora de la Oficina Nacional de la Administración Tributaria (ONAT), debido a que carece de licencia para ejercer el cuentapropismo.
En entrevista con Radio Martí, Morales de la Rosa explicó que la inspectora insistió en que debía retirar su puesto de venta inmediatamente, dado que carecía del permiso estatal. Al esta negarse, la inspectora solicitó la intervención de una patrulla que estaba cerca.
La dama de blanco se resistió al arresto, entonces “me cayeron a golpes, a penas puedo hablar; me arrastraron y la gente empezaron a gritar: abusadores,” indica.
En su testimonio, Morales de la Rosa, cuenta que en el trayecto a la unidad policial ubicada en Dragones, el oficial que la custodiaba le propinó repetidos puñetazos en el brazo y puso una pierna encima de su muslo.
Ante la rebeldía de Morales de la Rosa, quien gritaba frases contra el gobierno y a favor de los derechos humanos y las Damas de Blanco, el policía empujó su cabeza contra el piso y continuó los maltratos, una vez llegados a su destino.
“Nos obstante, yo soy pacífica -acotó la dama de blanco- ese es el precio que me ha tocado pagar.” En su enfrentamiento con las autoridades ya en la unidad policial, asegura que les dijo: “Esto lleva a una respuesta. Por mi forma de pensar, yo de Cuba ni me calló ni me voy.”
El puesto de ventas, que ella llama el Rincón de los Indignados, está ubicado en la calle 78, en la esquina al lado de la tienda recaudadora de divisa La Palma.
Rosario Morales se vio en la necesidad de abrir su propio puesto de venta, a raíz de que el 4 de junio de 2010 la expulsaran de su trabajo por pertenecer al movimiento de las Damas de Blanco “Laura Pollán” y desde entonces le han negado empleo.
A finales del 2011, Rosario Morales de la Rosa, junto a la dama de blanco Ivonne Malleza Galano, se manifestaron públicamente en oposición al gobierno castrista con un toque de cazuelas en el Mercado de Cuatro Caminos de La Habana.
En entrevista con Radio Martí, Morales de la Rosa explicó que la inspectora insistió en que debía retirar su puesto de venta inmediatamente, dado que carecía del permiso estatal. Al esta negarse, la inspectora solicitó la intervención de una patrulla que estaba cerca.
La dama de blanco se resistió al arresto, entonces “me cayeron a golpes, a penas puedo hablar; me arrastraron y la gente empezaron a gritar: abusadores,” indica.
En su testimonio, Morales de la Rosa, cuenta que en el trayecto a la unidad policial ubicada en Dragones, el oficial que la custodiaba le propinó repetidos puñetazos en el brazo y puso una pierna encima de su muslo.
Ante la rebeldía de Morales de la Rosa, quien gritaba frases contra el gobierno y a favor de los derechos humanos y las Damas de Blanco, el policía empujó su cabeza contra el piso y continuó los maltratos, una vez llegados a su destino.
“Nos obstante, yo soy pacífica -acotó la dama de blanco- ese es el precio que me ha tocado pagar.” En su enfrentamiento con las autoridades ya en la unidad policial, asegura que les dijo: “Esto lleva a una respuesta. Por mi forma de pensar, yo de Cuba ni me calló ni me voy.”
El puesto de ventas, que ella llama el Rincón de los Indignados, está ubicado en la calle 78, en la esquina al lado de la tienda recaudadora de divisa La Palma.
Rosario Morales se vio en la necesidad de abrir su propio puesto de venta, a raíz de que el 4 de junio de 2010 la expulsaran de su trabajo por pertenecer al movimiento de las Damas de Blanco “Laura Pollán” y desde entonces le han negado empleo.
A finales del 2011, Rosario Morales de la Rosa, junto a la dama de blanco Ivonne Malleza Galano, se manifestaron públicamente en oposición al gobierno castrista con un toque de cazuelas en el Mercado de Cuatro Caminos de La Habana.
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