Cubanos responsabilizaron al gobierno por el drástico aumento de casos de COVID-19 en el país tras la decisión de abrir las fronteras al turismo internacional, y dijeron que las medidas anunciadas este martes no resolverán los problemas básicos que enfrenta la ciudadanía en medio de la pandemia.
La isla entró en la nueva fase de transmisión comunitaria de la etapa epidémica, en la que las autoridades intentarán cortar la transmisión del virus, avanzar en la intervención sanitaria con los candidatos vacunales de producción nacional y disminuir al máximo la movilidad de las personas.
Lee también Cuba decreta una nueva fase de transmisión del COVID-19 en medio de pronósticos desalentadoresEste miércoles, en un comercio estatal del poblado de Carlos Rojas, en Jovellanos, Matanzas, “estaban vendiendo picadillo de soya en estado de descomposición, a pesar de que las autoridades del municipio lo saben, no obstante, lo siguen vendiendo”, dijo el activista Armando Abascal, en uno de varios testimonios recogidos por Radio Televisión Martí entre los afectados por la emergencia sanitaria que vive la isla.
“Esas medidas tú no la puedes tomar en este país, porque no hay nada que comer, y la gente tiene que salir a montear todos los días para llevarse algo a la boca. Matanzas tiene la situación actual tan difícil, al igual que el resto de las provincias que tienen acceso al turismo internacional”, expresó el opositor.
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En Ciego de Ávila, la situación es también muy compleja. Desde allí, Leonit Carbonell responsabilizó a las autoridades locales por el aumento de los casos tras la decisión de mantener la cayería norte abierta al turismo.
“Todas estas medidas que ya han tomado por mucho tiempo no han dado resultado, por tanto, ahora será igual”, dijo. Mientras, “el pueblo de Cuba se está muriendo de hambre”, enfatizó Carbonell.
Guillermo del Sol, en Santa Clara, señaló que las autoridades culpan al pueblo por la situación actual con el coronavirus, pero, en su opinión, el Estado es el único responsable.
“Este contagio empezó a crecer a raíz de que abrieron el turismo en Cayo Santa María. Todas las medidas que ahora se anuncian son represivas, quitaron la libertad de movimiento, pero es que no hay nada de alimento”, comentó el opositor.
De crítica califica la situación en Santiago de Cuba el activista de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU) Ovidio Martín Castellanos. La provincia ha experimentado un aumentado considerable de nuevos casos y fallecidos por COVID-19 en los últimos 15 días, informaron las autoridades.
Lee también En pleno pico de la pandemia, cubanos denuncian que no hay PCR disponibles“El contagio se le escapó de las manos al régimen, y ya no pueden controlarlo, mientras que las personas siguen aglomeradas en las colas en busca de los pocos alimentos disponibles”, dijo Martín Castellanos.
Desde la ciudad de Camagüey, Leydis Tabares señaló que no espera mejoría con el nuevo plan anunciado.
“La gente anda loca en la calle en busca de comida, y ya el hospital provincial Manuel Ascunce Domenech está colapsado por los casos de coronavirus, y hasta al Cardiocentro lo cogieron para internar los casos de COVID-19”, reportó.
Lee también Delta, la cepa más agresiva del COVID-19, se cuela en La HabanaSancti Spíritus también enfrenta un aumento sostenido de los casos de coronavirus. Según el periodista Adriano Castañeda, residente en esa provincia, las autoridades no encuentran solución a la crisis.
“Ya no tienen a dónde llevar a las personas que tienen sintomatología, y están falleciendo personas en el Hospital Clínico Quirúrgico Camilo Cienfuegos que no están siendo reportadas”, aseguró.
Desde Pinar del Río, el comunicador Maikel Norton alertó que las nuevas medidas adoptadas por el gobierno incrementarán las multas y la represión contra el pueblo. También dijo que entre los nuevos casos reportados en el territorio se encuentran “funcionarios del gobierno”.