La caída del régimen de Bashar al Assad en la madrugada del domingo puso fin a sus casi 14 años de aferramiento al poder mientras su país se veía desangrado por una demoledora guerra civil.
En conversación con Martí Noticias, opositores cubanos aseguraron que el derrocamiento del dictador sirio es una mala noticia para el régimen de La Habana.
“La caída del Gobierno de Bashar al Assad es muy mala noticia para el gobierno comunista, primero, en el plano interno porque reaviva las ansias de libertad del pueblo cubano. Eso es importante: mantiene el hecho de que sí se puede trabajar por la libertad y por la democracia de Cuba”, indicó el periodista independiente Julio Aleaga Pesant.
“Lo segundo nos recuerda que el gobierno cubano sigue estando en el lado equivocado de la historia porque los aliados de al Assad son los aliados de (Miguel) Díaz-Canel, es Rusia, Irán, son los ayatolás, son los Hamas, es Hezbollah, China, es el BRICS y todos están en desgracia, literalmente hablando”.
“Lo tercero, que viene en un momento importantísimo de cambio a nivel global con (Javier) Milei en América Latina, con Nayib Bukele, con Donald Trump, con Abascal en España, con Meloni en Italia. Viene un cambio de época con los israelíes, más poderosos que nunca en el área. Está indicando al gobierno cubano que, o cambia su percepción del asunto y empieza un proceso de democratización o las tornas se le están virando definitivamente”, recalcó Aleaga.
Fernando Palacios, coordinador del Centro de Estudio Liderazgo y Desarrollo (CELIDE), asentado en la capital cubana, consideró que “a pesar de que el régimen de Cuba ha brindado su apoyo y ha llamado a preservar la integridad del Gobierno sirio y de las personas que lo apoyan, los cubanos, sentimos gran alegría desde la sociedad civil independiente de que por fin los sirios, en más de 50 años hayan logrado liberarse”.
En una entrevista televisada el domingo, Abás Araqchí, el canciller de Irán, uno de los principales aliados de Bashar Al Assad, lo criticó por no dialogar con la oposición en el país.
“Esto es una luz de esperanza para que también la dictadura que está aquí en Cuba caiga y también los cubanos podamos lograr tener la independencia que merecemos, la libertad que merecemos y podamos hacer lo que se está haciendo en Siria, que están llamando a todos los exiliados que ya pueden ir regresando a su país”, afirmó Palacios.
Orlando Gutiérrez, director del Directorio Democrático Cubano, que tiene su sede en Miami, señaló que la liberación del pueblo sirio insufla nuevos bríos a los pueblos oprimidos de Cuba, Nicaragua y Venezuela.
Siria tuvo lo mismo que el régimen comunista de Cuba, “un solo partido controlado por una familia corrupta que explota, divide y oprime a los cubanos para poder mantenerse en el poder”.
“La liberación de Siria significa que el régimen castrocomunista ha perdido un aliado de hace muchas décadas, que es la familia Al Assad y también significa que han visto claramente los jerarcas del castrocomunismo que, cuando Rusia tiene que abandonar a sus aliados por sus intereses nacionales, rápidamente descarta o sacrifica a estos aliados títeres que les sirven a sus intereses”, subrayó Gutiérrez.
En ese sentido, el periodista habanero Boris González Arenas precisó que el fin de Al Assad es “una muestra clara de la debilidad de Rusia. Vladimir Putin se metió en una guerra que creyó que podía ganar en días y lleva tres años en ella. Ya no es un problema de obtener ventajas sobre Ucrania o de obtener beneficios de Ucrania, sino de mantener un poco el honor de Rusia y de su mandato”.
“Sostenerse en esa guerra en Ucrania ha desgastado, ha debilitado muchísimo al gobierno ruso, que ha sido incapaz de darle ningún apoyo a Bachar al Assad que era para Vladímir Putin de extraordinaria importancia estratégica por la posición de Rusia y porque era el único aliado significativo que tenía en el área”.
“Y otra cosa que hay que decir es que es un éxito de la política internacional de presión y sanción. A menudo decimos que la presión y las sanciones no funcionan, pero la presión y las sanciones sobre Rusia la han debilitado, al punto que no ha podido apoyar al Assad y la presión y las sanciones sobre Siria han ayudado a derrocar a este jenízaro, parte de una dinastía que llevaba 50 años maltratando y lastimando al pueblo sirio y además favoreciendo que Irán y Rusia tuvieran allí una base de operaciones”, puntualizó González Arenas.
Grupos de personas en Siria salieron a la calle a celebrar el cambio mientras personalidades mundiales de Israel, Estados Unidos, Reino Unido, Ucrania y América Latina felicitaban a los sirios.
En Cuba, el gobernante Miguel Díaz-Canel hizo un llamado en la noche del domingo en su cuenta de X, a “preservar la soberanía, la integridad territorial y la independencia de Siria”.
La estatal Prensa Latina, informó más temprano el mismo día que "tanto el Ejército como las fuerzas de seguridad entregaron sus armas antes de la llegada de la oposición para evitar más derramamiento de sangre".
Bachar al Assad y su antecesor, su padre Hafez al-Assad, segó la vida de decenas de miles sirios en tanto que millones huyeron a diferentes partes del mundo.