El reciente anuncio del Ministro de Finanzas y Precios de Cuba, Vladimir Regueiro, sobre el aumento del precio de la gasolina y las tarifas eléctricas con el supuesto objetivo de reactivar la economía ha generado preocupación y reacciones diversas entre los cubanos.
Desde el sector privado, un empleado de una Mipyme en La Habana dedicada a la fabricación de polietilenos expandidos expresó en declaraciones a Martí Noticias su preocupación por el posible impacto en los precios al consumidor.
“Hay que hacer correcciones de precio por el incremento del precio del combustible. Hay que hacer correcciones de precio en los productos finales porque, al final, se incurren en gastos de transportaciones internas que, bueno, pasan al producto final”.
Por su parte, Raciel, a cargo de una agencia de alquiler de autos para turistas en La Habana, señaló la posibilidad de una disminución en sus operaciones debido al aumento del precio de la gasolina.
“Casi todos los clientes preguntan: ¿cómo está el tema de la gasolina en Cuba? Que si está dificil, se limitarán a rentar, Pero no solamente en lo particular sino en la estatal también”, indicó.
Un chofer de taxis privados en Matanzas aseguró que mientras haya gasolina, no habrá problema, pero resaltó la intermitencia en el suministro como una preocupación constante.
“Te voy a ser sincero, a mí el precio no me preocupa que lo suban. Mientras que tú vas al CUPET y haya [gasolina] sin cola, no hay problema. El problema es que van a subir el precio y al final las colas van a seguir siendo de 7 y 8 horas. Y al final hay que comprarla por afuera. Por la calle va a estar mucho más cara, porque al final el taxista no tiene tiempo de estar seis horas en una cola”, aseguró el transportista.
Your browser doesn’t support HTML5
Además del aumento en los precios, se anunció la creación de gasolineras para la venta en dólares, lo que también plantea interrogantes sobre la accesibilidad de este combustible para la población.
El activista y periodista independiente Boris González Arenas criticó las medidas, especialmente la subida del precio de la tarifa eléctrica, y consideró que no tienen en cuenta a los sectores más vulnerables. Señaló que calificar como grandes consumidores a aquellos que gasten más de 500 kw/hora es una broma.
“Somos cinco personas en mi casa, con un aire acondicionado; lo más que podemos tener así, fuera de un hogar común cubano, es que tenemos un freezer pequeño y, nosotros, cuando usamos un aire acondicionado pequeño, nos montamos en no me recuerdo si eran 700 u 800 kilowatts”, explicó.
Gonzalez Arenas precisó que un usuario intensivo, como calificó el ministro cubano a los grandes consumidores de electricidad, aquellos que consuman más de 500 kilowatts, solo pueden tener un hogar con lo básico: un televisor, dos ventiladores y un refrigerador.
El comunicador sugirió que estas medidas forman parte de una corrección a la reforma económica previa, la “tarea de ordenamiento”, sin tener en cuenta a los más vulnerables, que ya eran pobres y ahora podrían alcanzar niveles de miseria.
“Lo que están ajustando son aquellas áreas que a ellos se les quedaron del llamado ordenamiento, que no lograron amarrar bien, y que les están generando pérdidas. Sin embargo, lo primero que te salta a la vista, los ancianos y las personas sometidas a un régimen de Seguridad Social, cuyos ingresos reales han disminuido muchísimo después del ordenamiento. Y ya eres miserable”, concluyó.