Un grupo de residentes de la barriada San Francisco de Paula, en el municipio habanero San Miguel del Padrón, protestaron en la noche del sábado sonando cazuelas contra el desabastecimiento de agua.
“La protesta empezó en el Merceditas, un pequeño repartico, por la situación del agua. Salieron protestando desde ahí (...) pero la protesta en sí, la aglomeración de personas, fue aquí en Calzada de Güines y Siboney, sobre las 9 de la noche”, explicó a Martí Noticias el activista Kessell Rodríguez, uno de los participantes.
El manifestante confirmó que en el barrio "sí había electricidad". La protesta, dijo, fue por la falta del agua en esa localidad desde hace más de 10 días.
"Ya llevamos tiempo en esta situación, la están poniendo cada ocho días, cada nueve. Ellos [Aguas de La Habana] hace poco hicieron un arreglo y pusieron unas tuberías plásticas nuevas. Comenzaron a poner el agua nuevamente, pero igual se mantenía cada siete u ocho días”, lamentó.
Videos divulgados en las redes sociales muestran a decenas de personas aglomeradas en la Calzada de Güines, adonde llegaron tras caminar varias cuadras gritando sus reclamos.
En algunos de los materiales posteados en Facebook se distingue a un individuo con un uniforme del Ministerio del Interior (MININT) y hombres vestidos de civil arribando al lugar en motos, que trataban de apaciguar a los vecinos.
“Sí hubo represión psicológica, porque desde el momento en que usted está haciendo una manifestación en desacuerdo de algo que está sucediendo, y ellos [oficiales del MININT y Seguridad del Estado] empiezan a ‘dar muela’, que no están de acuerdo con que la gente estuviera en la calle, que estuviera protestando, te están coaccionando psicológicamente, porque lo que querían era parar la manifestación, o sea, evitar que llegaran más personas”, consideró el opositor.
Representantes de la empresa estatal responsable de la distribución de agua potable en la capital se personaron en el lugar de la protesta, dijo Rodríguez.
“También vino Aguas de La Habana. Llegaron a un acuerdo de que iban a poner el agua a las 4 de la mañana. Un grupo cogió al funcionario de Aguas de la Habana y le dijo: ‘Si ustedes van a poner el agua a las 4 de la mañana, tú te vas a quedar aquí con nosotros hasta las 4 de la mañana’. Él estuvo de acuerdo, y la gente se disolvió. La protesta duró como dos horas. Pero ya están cogiendo agua en el Merceditas”, afirmó el manifestante.
Al parecer, el desabastecimiento de agua en la zona fue provocado por un salidero en las tuberías de conducción del necesario líquido. “Aquí el impulsor de agua viene de la Loma del Camilo, donde está la tubería madre, donde abren la llave y dividen el agua. Ponen un tiempo en Mercedita, el otro día la ponen para otro reparto, y así”, indicó Rodríguez, delegado del opositor Partido de Derechos Humanos Carlos Manuel de la Peña, que encabeza desde el exilio el activista Yonimiler del Río.
Aguas de La Habana informó en Facebook que “la Base de Obras Especiales trabaja en la supresión de salidero del conducto de 355 mm del impulsor Loma del Cielo en el municipio San Miguel del Padrón”.
A la comunicación de la empresa estatal, el usuario Bryan Da Silva contestó que “se detuvo el bombeo de agua a la zona de en horario de la madrugada de hoy, 24 de agosto, y ayer 23 inició el servicio de abasto a las 9 de la noche y nunca llegó a las casas”, ¿cuándo se piensa volver a conectar el servicio, ya llevamos más de una semana sin agua?", cuestionó.
Da Silva dijo además que estaban sin agua por varios días los repartos Caraballo, El Corojo, Santos Alto, Santo Bajo, Rosita Alta, Las Piedras y el Callejón Darío, Varela Arenal, parte baja de Rosita y Las Marías, Loma del Coco, La Prosperidad, Las Merceditas y el Castillito, Siboney, Emilio Mola y Callejón de Las Marías.
Otro internauta, Ramón Pino, llamó a las autoridades a proporcionar a los trabajadores mejores condiciones para laborar.
“Fui testigo de las condiciones inhumanas en que trabajan los compañeros de Aguas de La Habana. Estos trabajadores se merecen un mejor trato por sus superiores, los cuales deberían, al menos, garantizarles las condiciones mínimas para que puedan desempeñar una mejor labor o, mejor dicho, al menos puedan trabajar como personas”.
La semana pasada, vecinos de varios municipios de La Habana se quejaron de la deficiente labor de mantenimiento realizada por la empresa estatal, que ha desencadenado una serie de problemas, desde la escasez de agua potable hasta la proliferación de fugas de agua limpia y residuales en varias zonas de la capital cubana.