La escasez de medicamentos en Cuba ha forzado a residentes en la isla a pedir ayuda en las redes sociales para conseguir los fármacos que necesitan.
El grafitero Yulier Rodríguez, conocido como Yulier P, escribía en Facebook desde La Habana: “Este medicamento que ven aquí (refiriéndose a una foto con tabletas de Olanzapina) es uno de los más importantes para muchos pacientes psiquiátricos”. En el mismo post, indicaba que, lamentablemente, el medicamento estaba en falta.
“Como hay falta de la mayoría de los medicamentos, la Olanzapina viene siendo como la única que puede salvar a muchos, porque se usa para muchos tipos de enfermedades psiquiátricas, pero entonces tampoco hay Olanzapina”, escribió.
En conversación con Martí Noticias, Yulier P dijo que un familiar cercano necesita Olanzapina, y que hace 6 meses no la encuentra.
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“No hay justificación, porque esa es la vida de muchas personas. Que tú vengas a decirme que no tienes materias primas, pero si tienes presupuesto para importar carros modernos y alquilárselos a los extranjeros aquí en Cuba. Entonces vamos a no ofender más a la gente inteligente en Cuba”, señaló.
También los enfermos de VIH-SIDA enfrentan un caos con la falta de medicamentos, según dijo desde la capital cubana el activista Michael Herrera, quien padece la enfermedad. Según Herrera, es grave el problema, ya que los doctores cambian constantemente los medicamentos, según estén disponibles.
“Uno cambia constantemente el medicamento. Haces una prueba de resistencia, porque el cuerpo después ve el virus y se vuelve inmune. Realmente no estamos haciendo nada”.
Héctor Luis Pupo, quien reside en Antilla, Holguín, comunicó en Facebook que necesita Tramadol. Este holguinero, de un poco más de 30 años, dijo a Martí Noticias que el Tramadol, medicamento que le recetan para aliviarlo de los fuertes dolores que padece por artritis reumatoide, solo puede tenerlo gracias a donaciones desde el extranjero.
“Así que me lo mandan. Aquí yo no resuelvo nada; aquí yo resuelvo en la calle”, aseguró.
Pupo necesita también el Captopril para la hipertensión, medicamento que tiene que administrar por su cuenta para que le dure un poco más. “Yo tampoco lo tomo constante, porque como no hay, si me lo tomo como el médico me lo prescribió, no me alcanza”.
También en redes sociales trascendió recientemente la situación del niño Alain Ramírez, de un 1 año y 9 meses de edad, diagnosticado con Atrofia Muscular Espinal tipo 1, por lo que está permanentemente acoplado a un equipo de ventilación artificial desde los 3 meses de vida en el Hospital Pediátrico de Camagüey.
La madre de Ramírez, Yariannys Massaguer Robaina, escribió en Facebook que en Cuba no existen recursos, ni cura o alternativa para la enfermedad que presenta el pequeño, por lo que pide una visa humanitaria para que sea sometido a tratamientos de avanzada en el exterior, que prolonguen su vida.
“Existen varios tratamientos que, lamentablemente, aquí a Cuba no han llegado, no se hacen. En mi país, la enfermedad [Atrofia Muscular Espinal] no tiene cura. Esos tratamientos le brindan una mejor calidad de vida [al enfermo]”, dijo Massaguer Robaina a Martí Noticias.
Recientemente, Eduardo Martínez, presidente de Biofarma Cuba, informaba que en estos momentos hay 251 medicamentos en falta, lo que afecta a 5 millones 900 mil pacientes en la isla. Sin embargo, en 2022, aseguró que a partir del mes de junio de ese año el país comenzaría a tener mejorías en el abastecimiento global de medicamentos y de otros productos.