Yordán Álvarez (Las Tunas, 27 de junio de 1997) podría convertirse en el mejor bateador nacido en Cuba que haya pasado por las Grandes Ligas.
Con un sistema de bateo que le ha merecido comparaciones de los expertos con el mismísimo Barry Bonds, Álvarez debutó con apenas 16 años en la Serie Nacional cubana de 2013-2014 y salió de la isla en 2016, en busca del sueño de jugar en la MLB.
Estableció residencia en Haití y ese mismo año fue firmado como agente libre internacional por los Dodgers de Los Ángeles, equipo que no tuvo la visión de futuro del diamante en bruto que acababa de contratar.
Poco después, fue canjeado a la organización de los Astros de Houston por el lanzador Josh Fields (¿alguien se acuerda de él?), en uno de los peores errores gerenciales en la historia de los Dodgers.
Tres años después, en 2019, hacía su entrada en las Mayores con la fuerza de un huracán categoría 5. Desde entonces, no se ha cansado de repartir batazos de todas dimensiones.
A pesar de jugar sólo 87 partidos, poco más de la mitad de la temporada de 162, fue nombrado por unanimidad Novato del Año de la Liga Americana, al despachar 27 jonrones y remolcar 78 carreras en 313 turnos, con average de .313 y un OPS de 1.067.
Una lesión en la rodilla lo limitó a dos juegos en la temporada del 2020, recortada a 60 partidos por la pandemia del Covid-19, pero en 2021 regresó por sus fueros, al despachar 33 vuelacercas y empujar 104 carreras en 144 encuentros.
Ese año, además, fue seleccionado Jugador Más Valioso en la Serie de Campeonato de la Liga Americana, al masacrar al pitcheo de los Medias Rojas de Boston con 12 cohetes en 23 turnos (.522), tres dobles, un triple, un jonrón y seis impulsadas.
En 2022 y 2023 volvió a superar la barrera de los 30 bambinazos y en ambas campañas quedó con 97 remolcadas, pues nuevamente vio limitado su tiempo de juego por lesiones a 135 y 114 partidos, respectivamente.
Antes de empezar la temporada de 2024, Álvarez acumulaba ya 129 jonrones y 380 carreras empujadas, con un average de por vida de .294. Ha sido seleccionado en dos ocasiones para participar en el Juego de Estrellas y tiene entre sus galardones un Bate de Plata (2022).
En 11 series de postemporada, batea para .295, con 12 batazos de vuelta completa y 41 remolques en 207 turnos. Cada año es un perenne candidato al MVP del joven circuito en los pronósticos precontienda de los expertos.
El talento está ahí en abundancia. La palabra clave es "salud".