Las familias cubanas que dependen de los productos distribuidos por el Estado a través de la libreta de abastecimiento para alimentarse viven una situación desesperada ante las cantidades cada vez más escasas y el retraso en la entrega de productos por esta vía.
La "libreta", como comúnmente la llaman los cubanos, era un elemento clave en el modelo socialista que enarboló la revolución tras la llegada al poder de Fidel Castro, pero las cosas han cambiado, señala un reporte de Associated Press publicado este domingo.
Precisamente, el desabastecimiento de alimentos y los atrasos en las entregas de los productos racionados fue uno de los detonantes de las protestas del 17 de marzo pasado en varias localidades de la isla.
Lee también La crisis económica detrás de las protestas en Cuba"Todo viene por pedazo, con retraso", dijo a la Associated Press María de los Ángeles Pozo, una educadora de 57 años que se retiró para cuidar a su hermana y su padre inválidos. "Esos alimentos que siempre hemos tenido, ahora no" los hay, se lamentó la mujer.
Pozo dijo que esta situación la golpeado mucho, y agregó que, en lo que va del mes de marzo, todavía no había llegado nada a la bodega.
"Estamos pasando muchas necesidades", aseguró la mujer, para quien comprar alimentos con los 3.000 pesos cubanos que ingresa al mes en los comercios privados de las llamadas mipymes es imposible.
"Cuando voy a una mipyme a comprar un kilo de hígado o de pollo, que es lo que más estamos consumiendo, no me alcanza para pagar la luz o el agua", dijo Pozo a AP.
A 62 años de su implementación, la libreta de racionamiento es "un documento que refleja el fracaso de la economía y del gobierno cubano para satisfacer las demandas de la población”, dijo recientemente a Martí Noticias el economista Orlando Freire Santana.
Según AP, se desconoce cuántas hay, pero se estiman casi cuatro millones de hogares en la isla y es probable que haya más de una libreta por vivienda.
"Hay dos problemas que se están combinando, por un lado ha disminuido de manera importante la importación de alimentos y también las importaciones de insumos que se utilizan en la agricultura (como), fertilizantes, plaguicidas", dijo a la agencia de noticias el economista Ricardo Torres, del Centro de Estudios Latinoamericanos y Latinos de la American University, en Washington.
El reporte cita declaraciones del vicecanciller cubano Carlos Fernández de Cossío, quien afirmó a AP la semana pasada que la economía y la sociedad en Cuba hoy "es un poco diferente a la de hace 10 o 15 años". Según el funcionario, ahora "hay gente que está prosperando", aunque reconoció que "es una minoría". También dijo que en la isla existen "tiendas privadas que tienen todos los productos".
La mayoría de las personas entrevistadas por Associated Press se quejó de los atrasos en la distribución de productos normados, pero sobre todo lamentó que los bajos salarios les impidan acceder a los productos disponibles en la red de tiendas privadas.
El salario mínimo en Cuba, de apenas 1.910 pesos antes de los pagos de la seguridad social, no alcanza para pagar un paquete de pollo de cinco kilogramos en una mipyme, al valor actual de unos 3.000 pesos cubanos.
"El salario debe subir", dijo a Associated Press Hilmer Pagán, un custodio de 53 años que gana 2.600 pesos mensuales. "Hay mucha inflación. Veo a muchos viejitos vendiendo cigarros (que entregan las bodegas) para poder subsistir".
Fernández de Cossío, por su parte, aseguró que el gobierno cubano "continúa comprometido con proporcionar una cantidad equitativa para todos". Pero no explicó, ni lo ha explicado ningún otro funcionario de la isla, cómo piensan lograrlo en medio de una crisis que supera sus capacidades de solución.