Los más de 200 cubanos que fueron desalojados por la fuerza de un muelle en el occidente de Surinam la semana pasada y posteriormente retenidos en una unidad militar, se encuentran en libertad, la mayoría en Paramaribo, la capital.
Dos semanas los antillanos permanecieron acampados en predios de la terminal South Drain, en la localidad de Nickerie, desde donde zarpa el ferry a Guyana, un servicio suspendido desde hace meses a causa de COVID-19.
Formaron parte de una caravana que pretendía cruzar a Guyana para de ahí emprender una travesía irregular hasta la frontera entre México y EEUU.
El martes 15, efectivos militares dispersaron violentamente a los migrantes y los trasladaron a una unidad militar cerca del aeropuerto capitalino. Varios recibieron lesiones leves.
El sábado último, los 231 cubanos fueron liberados y se hallan dispersos por la ciudad capital. Ya muchos han desistido de cruzar a Guyana mientras otros insisten y buscan medios irregulares para llegar al vecino país.
Una información que trae el portal electrónico, su.noticia.com, da cuenta de que varios de los migrantes cubanos podrían encarar acusaciones penales.
“Se trata de los presuntos líderes de la caravana de cubanos que acamparon en la terminal de Canawaima en el distrito de Nickerie durante las últimas dos semanas, los cuales fueron detenidos el martes 15 de diciembre”, informa el medio.
La fuente adjudica al diario De Ware Tijd, declaraciones del Jefe de la Policía Roberto Prade.
“Son sospechosos de cometer o incitar a cometer actos delictivos”. Ellos podrían ser acusados penalmente por el delito de sedición.
En un comunicado, citado por la publicación, la ministra de Defensa, Krishna Mathoera, afirmó que además de golpear con ollas, sartenes y gritar determinadas consignas, lanzaron amenazas en contra de los agentes de policía y guardias de seguridad.
La titular agregó que “en consulta con la autoridad competente, se decidió arrestar a los responsables de estos actos punibles y ponerlos en el centro de detención de inmigración”.
La versión fue confirmada a Radio Televisión Martí por varios cubanos que pidieron el anonimato y dijeron que los arrestados son 17 y habían amenazado con secuestrar el ferry, si en un plazo de horas no reanudaba el servicio.