Durante la campaña arrocera de 2022 en Cuba se cosecharon 120 mil toneladas de arroz de un plan de 180 mil. En Cuba se necesitan al menos 700 mil toneladas para garantizar el consumo mínimo de una población aproximadamente de 11,2 millones de habitantes.
En los últimos meses, las autoridades gubernamentales han incumplido la entrega de las 7 libras de arroz que se venden por medio de la libreta de racionamiento de la canasta básica, mientras que en los mercados privados, dominados por las MIPYMES, el precio del cereal promedia los 250 pesos en moneda nacional por libra.
En medio de la crisis alimentaria que enfrenta Cuba en estos momentos, las autoridades convocaron a los productores arroceros a recuperar el cultivo, así lo informó el presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular, Esteban Lazo, durante una reciente visita a la Unidad Básica de Producciones Cooperativas (UBPC) Sur del Jíbaro, ubicada en la zona de La Sierpe en Sancti Spíritus, como reseñó un reportaje de la agencia estatal Prensa Latina.
En Sancti Spíritus, Vladimir Ríos Cruz, residente en la cooperativa agropecuaria Los Cristales, en Jatibonico, contó a Martí Noticias que en la zona del Jíbaro ya no se fumiga con avionetas por el alto costo operacional y la falta de combustible, también hay falta de fertilizantes y otros recursos, mientras que el gobierno topó el precio que le paga a los productores, sin tener en cuenta el costo de producción.
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“El ultimo problema que hubo en el sur del Jíbaro, el asunto es que ese campesino, que tiene que comprar insecticidas, que tiene que comprar un madurador, eso es dinero, no podían vender el arroz al precio que ellos quisieran venderlo, no, tenían que vender el arroz al precio que ellos quisieran”, destacó el campesino.
Emiliano González, agricultor independiente en Bayamo, recuerda que los complejos agroindustriales (CAI) de la zona de Río Cauto, dos de los más importantes del país, presentan una producción de arroz muy deprimida en los últimos años.
“Bueno mira, en primer lugar, los insumos hace unos años tienden a cero, la otra situación, los combustibles, la otra situación es la maquinaria. Allí había una buena producción de arroz que al comenzar a deteriorarse, tanto los diques de agua y toda la situación aquella económica, trajo como consecuencia que ya no hay técnicos, ya no hay ingenieros, ya no hay trabajadores, casi todo el mundo de esos lugares ha emigrado”, aseguró el agricultor.
En la zona arrocera Los Palacios, en Pinar del Río, hubo colaboración hace más de una década de técnicos vietnamitas, quienes se retiraron molestos y regresaron a su país hace algunos años. Ahora allí solo se produce un pequeño por ciento de arroz por algunos productores individuales para su autoconsumo, relató el campesino Esteban Ajete Abascal.
“Una libra de arroz está en estos momentos a 250 pesos, si hoy por hoy todas esas cosas se hubieran recuperado, por lo menos hoy la provincia tendría la posibilidad de abastecerse con el arroz que se produce aquí, en Pinar del Río. Es inconcebible que en muchos lugares de este país, hoy por hoy no se ha dado la cuota porque no han traído el arroz importado, que tiene que venir de diferentes lugares”, dijo Ajete Abascal.
En la zona agrícola de Velasco, en la provincia de Holguín, se producía arroz hace décadas y hoy estas tierras están totalmente abandonadas, desde Mayarí, señaló Teresa Miranda Céspedes.
“Los productores no tienen condiciones, tú sabes que aquí las producciones tú tienes que entregárselas al explotador de ACOPIO, que no paga”, advirtió la activista.
La economista Martha Beatriz Roque Cabello apuntó hacia el gobierno como el principal responsable de esta pésima gestión.
“Estas posibilidades de sembrar el arroz, de tener cosechas de arroz, todo eso se ha perdido, se ha perdido por la desidia de la dictadura”, enfatizó la economista.