La Fiscalía General puso en libertad al ex prisionero político Ramón Jesús Velázquez Toranzo, detenido el 10 de marzo en el Santuario de la Virgen de la Caridad del Cobre, en Santiago de Cuba, luego de que convocara al pueblo a buscar una solución a la crisis nacional.
“Ellos [los agentes del régimen] necesitaban mantenerme la mayor cantidad de tiempo posible encerrado. Me lo explicaron ellos mismos porque imaginaban que, de soltarme, yo lo primero que iba a hacer era regresarme al Cobre o irme para la iglesia de Cojímar y hacer la misma convocatoria”, dijo Velázquez Toranzo a Martí Noticias.
“Estas conversaciones, la mayoría, eran intrascendentes, hablaban de cualquier tema. La otra es que el combustible con el que ellos funcionan es el miedo. Cuando no encuentran el miedo en el interlocutor se pierden porque no saben qué hacer”, agregó.
Velázquez Toranzo estuvo en prisión preventiva en el cuartel general de la policía política, conocido como Villa Marista, en La Habana. El 20 de abril fue excarcelado y conducido al Aeropuerto Internacional José Martí por agentes del Ministerio del Interior para abordar el avión que lo trasladó hasta Estados Unidos, donde reside desde hace varios años.
Durante su reclusión en Villa Marista, el activista rechazó "la única opción” que le dieron al ser arrestado: deportarlo a Estados Unidos, sin derecho a regresar a la isla.
“El desenlace dependía de mí, desde el mismo principio, dependía de que yo quisiera volar hacia Estados Unidos con mi esposa, me lo brindaron a los cinco minutos de haberme detenido allá en el Cobre. Me acusaban de convocar a personas terroristas para hacer cosas contra el Estado cubano pero, acto seguido, me dijeron ‘si te decides a volar hasta aquí llega esto’. Claro que yo le dije que no”, indicó el opositor tunero.
“Al cabo de muchos días, ya viendo cuál era la maniobra de ellos, que era, precisamente, mantenerme incomunicado, decidí que lo más útil para la causa sería que aceptara salir y continuar trabajando ya en libertad, que es lo que estamos haciendo en este momento”, subrayó.
Tras ser arrestado en la isla, su hija Rufina Velázquez organizó una campaña internacional exigiendo la liberación de Velázquez Toranzo.
En 2012 el exprisionero político promovió la Marcha con el Papa, para exigir la presencia de un relator permanente de los derechos humanos en Cuba.