El cubano Yoel Carbonell, residente en Estados Unidos, protestó este domingo, con carteles frente al edificio de Naciones Unidas, en Nueva York, para exigir a funcionarios del organismo internacional respeto por los que disienten de las políticas del régimen de la Isla.
El secretario general de Turismo de la ONU, Zurab Pololikashvili, calificó de "estúpidos" a aquellos que llaman a no viajar a Cuba.
“Si hoy o ayer, algún (perdóneme la palabra) estúpido dice que no hay que ir a Cuba, pues para eso estamos aquí: para decirle a todo el mundo que tienen que venir. Así es. Cuba es uno de los países más seguros que he visitado”, dijo Pololikashvili en los salones del Palacio de la Revolución de La Habana, escogido como sede de la 69 Comisión Regional de las Américas del organismo especializado.
Pololikashvili hizo estas declaraciones la semana pasada, en una reunión en la que se encontraban el gobernante cubano Miguel Díaz-Canel, directivos de la Organización de Naciones Unidas para el Turismo (ONU Turismo) y ministros y empresarios del sector en la región.
“El secretario general de turismo de las Naciones Unidas haciendo negocios con la dictadura castrista, llama estúpidos a aquellos que estamos en contra de la dictadura, aquellos que nos pronunciamos a favor de los derechos humanos, y creo que esto es algo inaceptable”, señaló a Martí Noticias Yoel Carbonell, mientras se encontraba sentado en el muro que bordea el recinto de la ONU.
Agentes de la Policía de Nueva York le explicaron que “en esa parte” no están permitidas proclamas de ningún tipo. El activista tuvo que retirar los carteles colgados en la valla que rodea el edificio de la organización mundial.
“He realizado tres demandas, en las cuales, uno, pido a este funcionario que se retracte de la falta de respeto que ha cometido con la sociedad civil. Como número dos, el departamento de Derechos Humanos [de la ONU] tiene que pronunciarse a favor de los presos políticos que se encuentran en Cuba, y de las detenciones arbitrarias y la reiterada represión que se está viviendo en Cuba, ya que, este señor, enfocándose en hacer negocios con el turismo, sin importarle que en el momento que él está ahí, en Cuba, hay presos políticos que están sufriendo crueles condenas”, enumeró Carbonell.
“Con la tercera demanda, se le solicita al Alto Comisionado de la ONU que se pronuncie en relación con las violaciones reiteradas de Derechos Humanos en Cuba, para que este señor sepa a quién él está apoyando”, precisó.
La crisis económica y social, el deterioro de los hoteles, la escasez de alimentos que alcanza al turismo internacional, la falta de higiene en calles y la falta de personal calificado en los servicios gastronómicos conspiran contra la decisión de los turistas de pasar o no vacaciones en la Isla.
La percepción de Cuba como destino seguro para el turismo ha decrecido en los últimos años: el índice de delincuencia, criminalidad y violencia se han disparado en el país caribeño y han sonado las alarmas en promotores de viajes del sector turístico.
De igual forma, las cada vez más frecuentes protestas populares han puesto en la mira el carácter dictatorial del régimen.
Hace pocos días, los medios oficiales celebraron la llegada del primer millón de visitantes extranjeros a Cuba en 2024.