Boris Arencibia, un cubano residente en Miami, se ha presentado en redes sociales como uno de los principales organizadores del polémico Santa María Music Fest, un evento promovido por empresas vinculadas al conglomerado GAESA, institución perteneciente al Ministerio de las Fuerzas Armadas.
El empresario realizó una transmisión en directo por Instagram en la que asegura que su intención era demostrar que se pueden cambiar mentalidades y vidas en Cuba. “Mi mensaje no es político”, aclaró.
El festival, que se desarrolla en uno de los más exclusivos destino turísticos de la isla ubicado al norte de la provincia de Villa Clara, ha estado envuelto en una fuerte polémica ya que todos los hoteles que se promocionan en los paquetes son copropiedad del grupo turístico Gaviota, sancionado por el gobierno de Estados Unidos.
Arencibia no dio detalles en sus declaraciones sobre las empresas detrás del evento y se limitó a decir que su objetivo era crear una “unión” y llevar “alegría” al pueblo. “Aunque me criticaron, me ofendieron y me juzgaron yo estoy aquí para ser un enlace entre todos mis cubanos”.
Según explicó, la idea inicial era que el evento se desarrollara en La Habana pero “no se pudo”. “Se nos dio la oportunidad en Cayo Santa María, un lugar más distante”. Asimismo, habló de su intención de repetir experiencias como estas y lograr próximas ediciones del festival. “Nosotros podemos llevar alegría a cualquier cubano más que un italiano, francés o español, que son los que están hace más de 60 años lidereando el turismo", comentó.
Entre los artistas que aparecen en el cartel del evento están Tito el Bambino, Tekashi 6ix9ine, Yailín la Más Viral, Nio García, Charly & Johayron, Ñengo Flow, Anonimus, Calma Carmona, Fixty Ordara & Ja Rulay, Divan, Isaac Delgado y Laritza Bacallao, entre otros. Aunque en las últimas horas se supo que Lenier Mesa, autor de “S.O.S Cuba” y “Cuba Primero”, también está en la isla.
Mesa apareció junto a otros de los participantes en una mansión en Cayo Santa María. El músico negó su participación en el evento. En declaraciones anteriores había asegurado que solo iría a Cuba cuando el refrigerador de los cubanos estuviese lleno de comida.
“Yo iré a Cuba cuando el pueblo que me vaya a ver a mi concierto tenga para después que regrese a su casa el refrigerador lleno de comida, tenga su carrito para poder ir a mi concierto, y estén bien… en ese momento yo voy a ir”, dijo en entrevista para el medio independiente Cuba en Miami.
El presentador e influencer Alexander Otaola compartió en redes sociales un intercambio vía telefónica que sostuvo con Mesa, en el que este asegura que él no se presentaría en el festival y que había viajado a la isla para visitar a su abuelo enfermo.
"Sí, estoy aquí en Cuba. Vine por un día. Aproveché a venir con 69 (Tekashi 6ix9ine), a ver aquí a mi abuelo que me le dio una cosa en la cara, pero me voy mañana. Yo no voy a ningún festival a nada, ni le pedí permiso a nadie, vine y ya y me dejaron entrar", dijo el cantante.
Poco antes, durante la presentación de Tito el Bambino, el puertorriqueño dijo que le habría encantado que Lenier estuviera con él en el escenario y pidió al público un aplauso para su colega.
El festival ha sido un caos
De acuerdo con el sitio oficial del evento, los precios de las ofertas de hospedaje para asistir a los conciertos programados entre el 17 y el 20 de agosto, alcanzaban los 950 dólares. Los hoteles de sistema "todo incluido” garantizaban habitación, transporte de ida y vuelta desde el Aeropuerto de Santa Clara, entradas a las presentaciones de los artistas, snacks y acceso a fiestas en playas y piscinas del cayo.
Pero el viernes, un día antes de que comenzara el Santa María Music Fest, decenas de cubanos denunciaron en redes sociales la sobreventa de habitaciones y los retrasos en la llegada de las guaguas. En las imágenes y videos se podía ver a los clientes durmiendo en los vestíbulos de instalaciones por las que pagaron y denunciaron los maltratos recibidos por parte del personal a cargo de atenderlos.
De hecho, este viernes una fuente contactada en el Hotel Playa Cayo Santa María confirmó a Martí Noticias que la instalación estaba "sobrevendida”. "Por el momento todo colapsó ya. Sobrevendidos estamos. Tenemos clientes aquí tratando de ubicarlos todavía porque fueron muchas las ventas. Como tal, lo que hubo fue como un contratiempo, al momento estamos saliendo pero sí se vendieron todas las capacidades que se dieron", dijo el empleado de la oficina de reservas del hotel, administrado por el Grupo Gaviota S.A.
Reacciones al evento
Los raperos cubanos Eliecer Márquez (El Funky) y Raciel Boza (El Racie) lanzaron el pasado domingo en redes sociales una canción en contra del Santa María Music Fest, bajo el título "El Festival de los sing@%$".
“Creo que era súper importante que artistas cubanos, más de Patria y Vida, se pronunciaran en contra de este festival, que este es un festival amañado por la dictadura y están cogiendo de herramienta a Tekashi 6ix9ine 69 y a muchos artistas internacionales”, dijo El Funky a Martí Noticias.
La letra del tema denuncia la venta de “una Cuba que no existe en ningún lado”. “Cuántos tuvieron que escapar y no pueden regresar, cuánta gente presa muerta, imposible de olvidar, no hay dinero pa’ comida dime tú pa’ un festival, una fiesta frente al mar coordinada con las FAR”, dice uno de los fragmentos de la canción.
Hace varias semanas la artista y activista cubana Salomé García Bacallao había lanzado una convocatoria en redes sociales para boicotear el Santa María Music Fest.
“El festival es obviamente un intento de oxigenar la industria turística cubana que está en crisis desde la pandemia, gracias en parte a las campañas hechas por nuestra comunidad para crear conciencia internacional sobre las violaciones de derechos humanos en Cuba. Es un insulto a los más de 1.000 presos políticos que tenemos hoy en Cuba, pero también a los cientos de miles de personas que han tenido que escapar de Cuba en los últimos años sin saber cuándo van a poder regresar, o si serán deportadas”, aseguró.
“Es un insulto a todas las personas que hoy están pasando hambre porque el Ministerio de las Fuerzas Armadas, a través de GAESA, y en asociación muchas veces con cubanos inescrupulosos, tiene control de toda la comida que se vende en Cuba en una moneda prohibitiva para la mayoría”, agregó.