Un reporte confidencial de la Policía Montada de Canadá identifica a Cuba como nuevo destino para los abusadores sexuales canadienses, según el diario The Toronto Star.
El gobierno de Canadá se dispone a promulgar una ley sin precedentes para proteger a los niños extranjeros víctimas de abusadores sexuales canadienses, a raíz de un sonado caso de prostitución infantil que se dio en Cuba.
El diario The Toronto Star dice este martes que la legislación creará un registro público de amplio acceso con el nombre de abusadores sexuales de menores que permitirá a los agentes fronterizos saber cuándo estos individuos viajan fuera del país.
La legislación no solo pondrá al alcance de todos los canadienses información sobre estos sujetos sino que los obligará a revelar al detalle sus itinerarios al extranjero, con lo que las autoridades de los países de destino podrán ser alertadas de antemano.
Según el periódico, en este momento los agentes fronterizos no tienen acceso a los nombres de 30 mil canadienses enlistados en el Registro Nacional de Delincuentes Sexuales.
La decisión de Canadá es resultado de una investigación llevada a cabo por el Star sobre el caso de James McTurk, un jubilado canadiense de 78 años, enjuiciado dos veces por pornografía infantil en su país y que fue centro de un escándalo de prostitución de menores en Cuba.
McTurk viajó en 31 ocasiones a la isla entre 2009 y 2012 para tener relaciones sexuales con jovencitas, y a principios de este año se convirtió en la primera persona en Toronto declarada culpable de delitos bajo una ley que penaliza en Canadá el turismo sexual infantil.
The Toronto Star sdice haber obtenido un reporte confidencial de la Policía Montada de Canadá según el cual Cuba aparece identificada como “nuevo destino para los abusadores sexuales canadienses”.
En la actualidad estos sujetos—precisa el diario—tienen libertad de viajar adonde quieran y los que figuran en un registro de limitado acceso deben notificar a las autoridades su ausencia del país si ésta es mayor de siete días, lo que incluso pueden hacer después de subir a un avión.
Con la nueva ley, añade, los que pretendan viajar por cortos períodos de tiempo ya no podrían hacerlo más sin que las autoridades canadienses lo sepan.
El diario The Toronto Star dice este martes que la legislación creará un registro público de amplio acceso con el nombre de abusadores sexuales de menores que permitirá a los agentes fronterizos saber cuándo estos individuos viajan fuera del país.
La legislación no solo pondrá al alcance de todos los canadienses información sobre estos sujetos sino que los obligará a revelar al detalle sus itinerarios al extranjero, con lo que las autoridades de los países de destino podrán ser alertadas de antemano.
Según el periódico, en este momento los agentes fronterizos no tienen acceso a los nombres de 30 mil canadienses enlistados en el Registro Nacional de Delincuentes Sexuales.
La decisión de Canadá es resultado de una investigación llevada a cabo por el Star sobre el caso de James McTurk, un jubilado canadiense de 78 años, enjuiciado dos veces por pornografía infantil en su país y que fue centro de un escándalo de prostitución de menores en Cuba.
McTurk viajó en 31 ocasiones a la isla entre 2009 y 2012 para tener relaciones sexuales con jovencitas, y a principios de este año se convirtió en la primera persona en Toronto declarada culpable de delitos bajo una ley que penaliza en Canadá el turismo sexual infantil.
The Toronto Star sdice haber obtenido un reporte confidencial de la Policía Montada de Canadá según el cual Cuba aparece identificada como “nuevo destino para los abusadores sexuales canadienses”.
En la actualidad estos sujetos—precisa el diario—tienen libertad de viajar adonde quieran y los que figuran en un registro de limitado acceso deben notificar a las autoridades su ausencia del país si ésta es mayor de siete días, lo que incluso pueden hacer después de subir a un avión.
Con la nueva ley, añade, los que pretendan viajar por cortos períodos de tiempo ya no podrían hacerlo más sin que las autoridades canadienses lo sepan.